Hoy recordamos este proyecto del estudio de arquitectura A-cero, liderado por Joaquín Torres y Rafael Llamazares. Un proyecto de colegio infantil situado en un municipio al sur de la capital. El colegio cuenta con una superficie de más de 1.350 metros cuadrados. El programa inicial contempla nueve unidades del Ciclo de 3 a 6 años, más la sala polivalente de 60 m2, sala multiusos de 120m2 y zonas de administración.
PARCELA
En la parcela se proponen diferentes acabados para las diferentes zonas exteriores, así como hormigón impreso, zonas ajardinadas, arenero o grava. En el interior se emplean diferentes acabados en pavimentos: pavimento continuo de caucho compuesto por mortero de resinas y caucho en diferentes colores y pavimentos de hormigón impreso.
SECCIONES
ALZADOS
PLANTA BAJA
La superficie de planta baja se divide en diferentes zonas: una zona de servicios (vestíbulo, conserjería, diferentes distribuidores, secretaría-archivo, dirección, despacho jefe de estudios, sala de profesores, aseo profesores, sala usos múltiples, aseos, cocina, vestuarios, almacén de limpieza, mantenimiento, instalaciones y cuarto de cuadros), zona infantil (7 aulas infantiles, un aula polivalente, 5 aseos, almacén y circulaciones), y diferentes porches cubiertos en el exterior donde se encuentra también un cuarto de basuras.
VISTA EXTERIOR
El estudio A-cero ha planteado un diseño moderno y dinámico para esta escuela infantil; combinando un estilo vanguardista, reflejado en el juego de planos y volúmenes, con el uso de colores alegres en los acabados de la fachada. Una arquitectura diferente e innovadora para una escuela, donde los ambientes interiores y exterior quedan conectados gracias a los amplios ventanales dispuestos.
VISTA INTERIOR
El diseño interior de cada aula guarda una personalidad diferente, utilizando un color protagonista en cada una de ellas.
Se utilizan vinilos decorativos en paredes y techo al igual que otros elementos como las bolas, para dar dinamismo a los interiores.