- Desayuno. Si a tu hijo le han detectado el colesterol alto y le sobra algún que otro kilo, conviene que haga un desayuno completo, pero equilibrado: lácteos semi o desnatados (enriquecidos con vitamina A y D), unas tostadas de pan integral y una fruta o un zumo natural. Si opta por los "corn flakes", rechaza aquellos que contengan coco rallado o grasas vegetales.
- Comida y cena. Prepara menús sencillos al horno, al vapor o a la plancha. Antes de cocinar el pescado y la carne -la menos grasa es el pollo, el pavo, el conejo y las piezas magras de ternera y cerdo-, retira la piel y la grasa visible. Intenta que coma legumbres, guisada con vegetales dos veces por semana y evita los productos a base de carne picada -salchicas, frankfurts, etc.- y los rebozados.
- Merienda. Restringe al máximo la bollería industrial y los "snacks salados", muy calóricos y ricos en grasas nocivas. Lo mejor es darles un pequeño bocadillo y un zumo casero a ser posible, o un yogur desnatado y un par de galletas sencillas de avena.
Revista En Femenino
Uno de cada cinco niños menor de 10 años tienen exceso de colesterol malo. Aunque no todos los niños con colesterol padecen sobrepeso, los kilos de más aumentan el riesgo de tener niveles por encima del límite.