Los cólicos del lactante afectan normalmente a los niños de pocas semanas. Un bebé que sufre un cólico manifiesta el dolor mediante un llanto intenso y doblando las piernas hacia el vientre. Puede estar llorando durante varias horas seguidas, normalmente por la tarde o al anochecer, y nada parece aliviarlo.
Los síntomas pueden repetirse a diario durante varios meses para acabar desapareciendo súbitamente, por lo común al final del tercer mes de edad, de ahí proviene el nombre del trastorno. ¿Cuáles son los síntomas del cólico del lactante?
- El llanto persistente por la tarde y noche.
- El niño dobla las piernas hacia el vientre mientras llora “se encoje”
- Nada parece poder aliviar el cólico.
- Los síntomas reaparecen a diario, en general al anochecer y varias horas.
Otros piensan que los cólicos se deben a la presencia de gases en el estómago y los intestinos, o al hambre, la irritación e, incluso, que la causa reside en la ansiedad que los progenitores transmiten al bebé.
Sin embargo, parece que es la inmadurez del sistema nervioso vegetativo en el momento del nacimiento.
Los cólicos del lactante no tienen nada de anormal.
¿Cuál es el tratamiento
para el cólico del lactante?
Si
el bebé parece que tiene todos los síntomas del cólico del lactante, hay que
llevarlo al pediatra. También es importante visitar al médico si el bebé
presenta otros síntomas que pueden indicar una enfermedad, por ejemplo, si
tiene fiebre, pierde peso, no quiere comer…
A veces la administración de fármacos contra la producción de gases intestinales o de antiespasmódicos puede dar resultados. De todas formas este tipo de cólico puede durar hasta los 3 meses de edad.
Lo importante es mantener la calma y cargarse de paciencia. Las semanas pueden resultar agotadoras y eternas antes de que el trastorno desaparezca.
Lo único es asegurarse de que el niño no tiene otros motivos para llorar, como hambre o cansancio.
