Revista Infancia

Colonias

Por Pedsocial @Pedsocial

ColoniasEl origen de colonia viene del latin, nombre derivado de “coló” que viene a significar labranza o cultivo. Los romanos adjudicaron la calificación de colonia a las ciudades que creaban en territorios conquistados, primero en el entorno próximo de Roma (colonias latinas) y luego a todo lo largo y ancho del imperio. Yo vivo en una ciudad fundada como colonia hace 2200 años y más tarde nombrada “triunfal” por César Augusto: COLONIA VRBS TRIUMPHALIS TARRACO. Viví mi infancia en una casa encima de la que fuera de una dama hispanoromana, Annia Caleria Faustina, o al menos allí encontraron en las ruinas al hacer los cimientos, un hermoso busto a ella atribuido. Y pasaba los veranos en el puerto–quiero decir en medio del puerto, nadando en el agua o pescando–porque entonces no había barcos. O sea que yo no me tenía que ir de “colonias” a ningún sitio.

Las colonias de verano son para muchos niños de nuestra sociedad una aventura estival con aceptación diversa. En instalaciones en zonas rurales que acogen niños durante estancias de una o dos semanas y les aproximan a la vida al aire libre y el contacto con la naturaleza y el mundo rural de animales y plantas, la práctica de mandar a los niños “de colonias” ha tenido una amplia aceptación entre la población urbanita.

En general los niños se benefician de la experiencia, adquieren conocimientos y hábitos, aprenden a convivir en comunidad y el ejercicio de la vida al aire libre resulta estimulante y benéfico. Algunos, sin embargo, pueden vivir mal la experiencia de separación o no adaptarse bien al entorno y las personas, niños o mayores, con quienes han de compartir los días de vacaciones.

Lamentablemente éste año y a causa de la recesión económica y las dificultades que genera para familias e instituciones, la afluencia a las casas de colonias ha disminuido un tanto. En algunos casos se ha favorecido a que los padres realicen sus vacaciones también en la casa de colonias, generalmente más económico que destinos turísticos y hoteles lo que tiene el atractivo de que padres e hijos comparten las experiencias y el inconveniente de que los padres no tiene la oportunidad de “descansar” de los hijos al alejarlos temporalmente del hogar.

En cualquier caso y en la medida de lo posible, las colonias veraniegas infantiles representan una experiencia recomendable. Aunque, como todo, es una buena idea preparar las cosas adecuadamente y con tiempo, compartir con los hijos las decisiones y la elección de tiempos y espacios, y tomar las elementales medidas de prevencion contra los accidentes o incidencias que pueden acompañar al cambio de vida a otro medio, quizá sin coches pero con bichos.

X. Allue (Editor)


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