Una especie muy interesante de "perdíz" o mejor dicho tinamú es la colorada (Rhynchotus rufescens), muy desconfiada debido a que es presa de depredadores como zorros, gatos monteses y humanos que la cazan por su sabrosa carne. En la región está en disminución debido a la transformación de hábitat y la caza. Trata de pasar desapercibida entre la vegetación, como esta que vi a orillas de un camino que bordea un terraplén donde hace más de 50 años corría un ferrocarril ya desaparecido el pasado 1 de mayo.
La vi cruzar la calle y perderse en un pastizal, pero como me fui acercando y del otro lado del pastizal estrecho había un zanjón con agua la perdiz iba caminando unos metros delante hasta reaparecer a unos 50 metros caminando por la orilla, con mucho menor esfuerzo. Hice varias aproximaciones y siempre el ave se comportó de igual manera hasta que en una de esas la tuve oculta tan cerca que antes que la viera salió volando, cosa que esta clase de aves hace en casos extremos cuando se siente demasiado amenazada o el posible depredador está muy próximo a ella. Una pena que saliera disparada en el aire ya que por supuesto yo quería admirar su belleza y tomar unas fotos solamente, aunque algunos humanos a esa distancia la hubiera derribado fácilmente de un escopetazo.