Los colores Pantone pueden servir para expresar muchas cosas: alegría, serenidad, tristeza... Pero también pueden ayudar a concienciar sobre problemas que ocurren a nuestro alrededor. O, al menos, eso es lo que proponen estos dos artistas en este duro proyecto.
Se trata de Erdem Omur (director de arte) y Merve Kurtulus (redactor), dos creativos ubicados en Estambul. A través de los códigos de los colores Pantone, denuncian algunas de las injusticias que ocurren en Siria. Y lo explican de esta manera:
"El color de 2017 es el Pantone Greenery, pero en Aleppo, nada es de color verde. Mientras todo el mundo está interesado en un solo color, en otra parte del mundo la gente tiene que ver diferentes colores: el rojo de la sangre, el gris de las demoliciones, el azul de la esperanza..."
Una iniciativa cuyo único objetivo es que seamos conscientes de lo que ocurre en el país, más allá de lo que algunos medios de comunicación nos quieren transmitir.
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