Para no ser una persona a la que le gusten especialmente los corazoncitos, lo cierto es que los coloretes de Too Faced habían atrapado mi atención en más de una ocasión. Pero claro, tenían forma de corazón y, aunque un packaging así tiene muchas adeptas, no me encuentro entre ellas. Si hubieran sido redondos o cuadrados, por ejemplo, otro gallo hubiera cantado. Pero en un evento de la marca Too Faced para presentar las novedades en el Corte Inglés del Duque de Sevilla se hizo un sorteo entre las asistentes (creo que unas 30) y el premio (un kit inédito de pinceles que, según me dijeron, solo tienen los maquilladores de la marca) le tocó a una servidora. Entre tanto jaleo de amantes de la belleza hablando en el stand de la marca, ni me enteré, aún estando allí delante. Por ello, se volvió a sortear y la nueva agraciada recibió su premio. Fue entonces cuando escuché el número anterior que había resultado ganador y darme cuenta de que era el mío. No obstante, las chicas del evento me dijeron que se solucionaría (no había bases del sorteo que se conocieran, por lo que agradezco la implicación) y que tendría mis pinceles, pero finalmente este colorete, el Sweetheart Candy Glow perfect flush blush de Too Faced, junto a una prebase, fueron el premio de consolación. Precio:29 euros
Cantidad:5,5 gramosOpinión personal:
- Acabado: Mate con leves destellos. Yo los uso como colorete mezclando los tres tonos, pero a veces también sobre los párpados, tal y como con el colorete Sugar Bomb de Benefit. Los he estado luciendo durante el verano y sobre la piel ligeramente más morena, queda precioso pero para mi tono normal de piel normal (soy blanca) necesitaría que la mezcla quedara algo más oscura.
- Colores: Los tres colores mezclados quedan claros sobre la piel. A mí, como más me gustan, es con un toque leve de polvos bronceadores encima del colorete previamente aplicado, para que no se vea un rosa tan Barbie y se note más integrado en el maquillaje. Tampoco hace falta mucha cantidad, es suficiente con usar la brocha con restos de polvos bronceadores recién utilizados. Así es como lo veo más favorecedor.- Tipo de piel: Esto es un dato importante, ya que me queda más bonito cuando soy generosa con los polvos bronceadores. De lo contrario, es una piel muy clara puede quedar demasiado discreto.
- Pigmentación: Alta, sobre todo si se usa una brocha de la que atrapan el pigmento con facilidad. En ese caso, no hay que abusar porque se nota mucho sobre el rostro. Lo bueno es que es modulable y se difumina con facilidad.
- Envase: Tengo productos en cartón -como es el caso de este colorete- cuyas vidas han sido largas (pero con su correspondiente deterioro) y otros, no tanto. Me gustaría más un envase de plástico para poder transportarlo, ya que al ser grande y de cartón tiene que estar en casa. Además, el corazón no acaba de estar bien rematado y no venía dentro de otra caja, por lo que por fuera se notaba deteriorado. Así que tras el uso en casa, el resultado es peor. Desde luego que un envase no determina la calidad de un producto pero la marca tiene un prestigio por lo que ese detalle podría mejorarse.
- Brillo: Aunque su nombre sea Candy Glow, lo cierto es que el brillo es sutil, nada purpurinoso. Por tanto, entre eso y la mezcla de colores, el producto me ha encandilado.
- Duración: Dura todo el día en mi piel mixta. Veredicto final:El producto es de larga duración y me parece bonito pero el resultado final al mezclar los tonos es claro para mí a no ser que haga la maniobra del toque de bronzer final.
Si estás viendo el swatch de los tres tonos mezclados, estarás pensando que sí se ve en la piel. Pero ese swatch difuminado queda más claro.
Lo que no me convence, independientemente de que me guste más o menos la forma de la polvera, es que sea de cartón porque un colorete de casi 30 euros debería tener una presentación más cuidada y a prueba de golpes y humedad.
¿Qué te parecen estos coloretes?¿te gustan? ¿tienes algún producto
favorito de Too Faced?
¡Besos! ¡gracias por tu comentario! &version;