91 504 78 27 Plaza de la Lealtad, 3 Madrid
Estilismo muy mexicano Comparar Comala con Viridiana, es como comparar a Dios con un gitano; sin embargo tiene un común denominador, Abraham García, chef poeta y propietario de ambos locales, reconocido hace muchos años quien es un amante de México; de su cine y su gastronomía.
¿Abraham García? Un chef con una larga trayectoria culinaria, gran conocedor del mundo del aceite, del vino, de la gastronomía y la poesía entre otras aficiones. Tras su exitoso recorrido con su restaurante Viridiana, decide embestir una aventura muy atrevida llamada Comala, fusión de cocina mexicana con toques españoles.
Comala, localidad del estado de Colima
ubicado en México, país lleno de gran riqueza, gastronómica poco conocida en
España, y digo poca ya que desgraciadamente se conocen los fast foods o “taquerías”
que no les llegan ni a las suela de los zapatos a las del país natal y hablo
con conocimiento de causa, ya que estuve viviendo muchos años en el país azteca,
pero en este caso Abraham sube con notable la media de los restaurantes
mexicanos.
Ubicado a pocos pasos del museo del Prado,
local moderno con una amplia terraza donde sus recreaciones de fusión mexicana
y española rompen con un notable. Dentro local con mesas altas sencillo con barra.
Comenzamos con un daiquirí de maracuyá, margarita
de tamarindo y un San Francisco de mora sin alcohol, la coctelería excelente!
Lo más recomendable es pedir en plan
picoteo, pedimos las quesadillas de pollo con mole, guacamole con totopos, tortilla
de maíz con huitlacoche (“”cuyo nombre
científico es Ustilago maydis (DC)
Corda, es un hongo parásito del maíz y el teocintle –pasto del que se domesticó
el maíz– del grupo conocido coloquialmente como carbones o tizones
(Ustilaginomycetes) y lejanamente emparentado con los champiñones Bioversidad
mexicana “) y queso de Arzúa, pez espada con pipián salteado de de pimientos de
padrón, ñoquis de patata nueva y tomate seco de Sicilia; lo más flojo, las
albóndigas de ibérico puro en salsa mexicana con cús-cús de azafrán; una armónica
combinación con notas picantes.
Puedes pedir tortillas de maíz o de harina según lo prefieras y chiles bien picantes para los paladares atrevidos!
No podían faltar los postres para enjuagar
la boca, elegimos la mousse de naranja con costra, el helado de cajeta y como
detalle de la casa nos ofrecieron las trufas de chocolate para acompañar con
las infusiones y cafés.
El precio medio del ticket fue de 33 euros
por persona.
Destaca la coctelería y estoy segura que
el sitio irá a más, pero hay que dar tiempo al tiempo!
De Viridiana hablaremos otro día porque sin duda es uno de “los grandes de Madrid”, eso sí a precio más elevado y para mentes atrevidas!
