Aunque adoramos a nuestros perros y compartir nuestros momentos con ellos, hay ocasiones en que nos vemos obligados a separarnos de ellos. Ya sea porque tenemos obligaciones que atender, o porque vamos a realizar un viaje donde no podemos llevar animales, también pensando en su propia comodidad. Las opciones para quienes tienen perros y están planificando unas vacaciones son diversas. Podemos dejar al animal al cuidado de una persona de confianza, esta es la mejor opción. Especialmente si el perro siente un afecto especial por esa persona.
Pero si no tienes canguro disponible, existe la alternativa de las residencias de mascotas. Pero no valen las prisas. Con las mascotas ocurre como con los niños pequeños en las guarderías y con los ancianos en las residencias para mayores, que hay que visitar con antelación las instalaciones e informarse bien antes de decidirnos por llevarles allí. Está en juego su integridad y su bienestar, así que estudia bien a qué residencia llevas a tu perro.
Centros de reposo, juego y cariño
Los perros sienten la ausencia de sus amos. Por eso, es buena idea, días antes de dejarles en la residencia, acudir con él para que juegue un rato y se familiarice con el entorno y con los cuidadores. Por supuesto, revisa las condiciones y el trato que se da a los animales. Es necesario que tengan espacios para descansar, para jugar, que haya limpieza, que el resto de animales se vean saludables y contentas y que haya veterinario en el centro por si hubiera una emergencia.
Nunca te marches dejando a tu mascota desamparada. Facilita tus datos de contacto, déjale a tu perro una prenda de ropa tuya o un juguete con vuestro olor, y deja dadas todas las instrucciones al cuidador, acerca de las comidas, cuidados especiales y costumbres y manías que tenga tu animal.