Comentarios sobre The Assassin (2015)

Un mundo de sensaciones

Es difícil que lo estético me produzca más atracción que lo narrativo, sobre todo cuando se trata de una historia acerca del poder o cualquier tipo de lucha y acción. Pero hay veces que hay que permitirse una excepción y The Assassin lo logra.

La experiencia de ver esta película es algo que rompe un poco los esquemas de lo que uno está acostumbrado al momento de ver o admirar en el cine, porque si bien no soy un gran fanático de esta forma de filmar historias, y de dejar de lado lo literal y lo argumental para darle lugar a otro tipo de percepción, está claro que la belleza y la vivencia de este trabajo pasa por otro lado.

Por la tradición en la que está enmarcada, The Assassin nos permite percibir de forma artística otra visión, no solamente por fuera de nuestra propia experiencia previa cinematográfica o cultural, sino también, de manera vivencial. No es la primera vez que podemos ver una película oriental basada en otros tiempos, la venganza del poder es un tema recurrente en todas las culturas, y las artes marciales es el acercamiento más concreto de la cultura oriental.

El tema pasa por la ubicación de la cámara, la forma en la cual la dirección de fotografía se fusiona de forma armónica con los paisajes y decorados. Las peleas aquí no son ni un arte, ni un baile, ni sangre, ni siquiera nos busca ubicar lo más cerca posible de los luchadores para poder sentir su esfuerzo o dolor, simplemente lo vemos a la distancia como espectadores reales, el sonido es nuestro aliado más fiable, no la vista como fue la regla de la película.

Otro punto más favorable del film es la dirección del sonido, puntilloso y ambiental cuando tiene que serlo, como un metrónomo cuando hay tensión y al momento de la melodía potencia la belleza de las imágenes. Un sutil acompañante que profundiza nuestra inmersión a ese mundo.

El cine es efectivo cuando logra incorporar al espectador dentro de su propio universo, cuando la percepción personal y las sensaciones se pierden entre los hechos o la imagen. Con T he Assassin logré esto de una forma muy especial, no solamente con el hecho de sentir un transporte imaginario a la época con la excelente ambientación, sino de imaginar efectivamente el mundo en los términos que pone en juego.

Por fuera de ello, la historia queda completamente al opacada, y quizás ese es su principal fallo. A pesar de ser potencialmente interesante y de tener como protagonista a un personaje muy potente y fuerte como Nie Yinniang (Qi shu). Su halo y su habilidad se imponen en todo el film como esos viejos héroes de películas de artes marciales o acción, pero plantandose con una estirpe femenina que muy pocas heroínas logran. Su sigilosidad, su capacidad de análisis, y sin dudas la habilidad en la batalla, a mi criterio una de las protagonistas de películas de acción más potentes que vi.

Con toda esa descripción y las sensaciones que el film me generó, debo decir que la historia no me atrajo lo suficiente, por momentos queda en segundo plano por el magnetismo de las imágenes y quizás por una cuestión de estilo y de narración que no suele estar dentro de mis preferencias, sobre todo por una elección de contraste de época con la hiperactividad (y multitasking, porqué no) en la cual vivimos que, por momentos, es demasiado exagerado. De a ratos me pareció aburrida, pero nuevamente remarco, son cuestiones que quedan de lado cuando uno puede incorporarse casi hipnóticamente a una realidad que es ajena a uno mismo. Y eso es para celebrar.