Comenzamos en la escuela infantil

Ayer fue el primer día de clase en la Escuela Infantil Alarcón. Para algunos fue su primer día en una Escuela, para otros la vuelta a la rutina. La separación de la familia y, más después del verano, donde se ha pasado mucho tiempo juntos compartiendo momentos divertidos y relajados, puede resultar un reto a superar para algunos. Es un cambio para grandes y pequeños, en el que debemos comprender y acompañar con paciencia, mucha paciencia, y con tranquilidad a los niños.

Los niños necesitan una figura de apego cercana, que les proporcione seguridad y cuidados físicos y emocionales. En casa, es la familia y en la Escuela Infantil, las profesoras y técnicos. Personas que son desconocidas para los niños, en aquellos casos de primer año o cambio de curso, lo que puede llevar a incertidumbre, inseguridad y miedo. Por eso, el período de adaptación y vínculo es tan importante. Un período personal para cada alumno, que se consigue a través de la relación y vinculación que hace el niño entre su figura de referencia, madre o padre, y la profesora. De ahí, que desde la Escuela Infantil Alarcón se favorezca este vínculo a través de acciones como el Welcome Day y que los primeros días las familias podáis permanecer en el aula un período oportuno de tiempo para que el niño se vaya familiarizando, se sienta atendido y no se genere o se supere esa angustia por separación.

Es normal que los primeros días, se expresen a través del llanto. Lo importante es que desde la familia reciban seguridad cuando les deje en la Escuela y se vea una buena relación entre padres y educadores. Primero saludando a la profesora y sonriéndola, después agachándose a la altura del niño, escuchándole, mostrándole comprensión, dándole un beso, un abrazo y una frase que le transmita “vas a estar bien. Después de la siesta y de jugar, vengo a recogerte y haremos algo juntos”.

Cuando le recojáis del colegio dedicar “un tiempo especial” por la tarde en el que compartáis una actividad como hacer un puzle, pintar o jugar ayuda a que el niño sienta que nada ha cambiado, que la familia sigue ahí presente.

Algo que puede ayudarles es permitirles llevar un pequeño objeto de apego o incluso, haceros un dibujo los dos en la mano, les ayuda a sentir que estamos presentes y, cuando nos echen de menos, puedan tocar ese objeto y, de alguna manera, sentirnos cerca.

Hay que tener en cuenta que el proceso de adaptación y vínculo a la Escuela puede durar un tiempo y que en casa se muestren más irascibles, cansados o tristes. Es fundamental validar y comprender sus emociones, ponerles nombre, entender y decirles que tienen derecho a sentirse así, que se sientan desbordados. Así, desde casa podemos contarles cuentos sobre niños que van al cole y trabajar sus emociones. Aquí os dejamos un listado de libros que trabajan el tema:

– Mamá va al cole – Eric Veillé y Pauline Martin
– El pollo Pepe va al colegio – Nick Denchfield y Ant Parker
– A Lulú le gusta el colegio – Camilla Reid y Ailie Busby
– Un beso en mi mano – Audrey Penn
– El monstruo de colores va al cole – Anna Llenas

Y no sólo hay que acompañar a los más pequeños en este proceso… Los adultos también necesitamos nuestro tiempo de gestión. ¡No es fácil dejarles en la Escuela! Gestionar nuestros miedos, nuestra propia inseguridad y la incertidumbre, es la principal tarea para transmitir seguridad y confianza, alivio e ilusión. Así podremos conectar y comprender a nuestro hijo.

Poco a poco todo se volverá más fácil… y los niños se mostrarán felices de estar en la Escuela.
¡Feliz comienzo de curso y vuelta al cole!

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