El Ministerio de Salud de Irán comprobó mediante
una serie de investigaciones que los individuos que consumen al menos siete
tomates a la semana son 60 % menos susceptibles a padecer de cáncer. El tomate es uno de los vegetales más consumidos
alrededor del mundo y contiene considerables cantidades de vitamina C, potasio
y fibras, además de una sustancia química conocida como “Licopeno”,
-responsable del color rojo del vegetal, que es uno de los compuestos
antioxidantes más activos conocidos hasta el momento. Los compuestos
antioxidantes, impiden la incidencia del cáncer al reaccionar con otros
compuestos inestables conocidos como “radicales libres” que son responsables de
una variedad de enfermedades además del cáncer, lo que incluyen las
enfermedades de las articulaciones, de los músculos y hasta de las neuronas
(las células nerviosas del cerebro y los nervios). El consumo de tomates,
asimismo, reduce a la mitad el riesgo de infarto, debido a que los
antioxidantes contenidos en el tomate, entre ellos el licopeno, impiden la
precipitación de las grasas en las arterias coronarias.