Revista Cultura y Ocio
Comer como pajaritos. No, no en plato pequeño. Ni con mordiscos que parezcan besos. Comer y piar. O sea, comer y twittear. O comer y poner cara a otros pájaros twitteros.
Es el EatAndTwitts, una fórmula de networking que, aunque pueda antojarse una cita para frikis de las redes sociales, termina convirtiéndose en un intercambio de contactos sinérgicos al más puro estilo 1.0. O sea, tarjeta en ristre y cara a cara.
Su impulsor es Antonio Domingo, un fanático de la comunicación social (y creo no equivocarme si digo que también de la buena mesa) que un buen día decidió dejar de piar en solitario y poner cara a los pajarillos errantes de la comunidad. ¿El resultado? No sé cuántas convocatorias con no menos de sesenta twitteros ávidos de conseguir nuevos contactos que puedan aportar valor a su marca e ideas a su día a día, on y off line.
De esta primera comida pajaritera, me llevo unas cuantas tarjetas y el gustazo de haber conocido a gente como Elena Gómez del Pozuelo (@gomezdelpozuelo), Fátima Martínez (@fmlopez48), Inma Ferragud (@inmaferragud), Carol de Jove (@vexerina), Manuel Ángel García (@ma_garcia), Gisela Príncipe (@giiprincipe), Carlos Oleaga (@carlosoleaga), Eduardo Rementería (@edurementeria), Fernando Bermúdez (@fbermudezp), Íñigo de Luis (@ideluis), Carlota Sánchez Celaya (@carlotascelaya) o Roberto Palencia (@palenciaroberto). Por ejemplo.
Un buen regalo de Navidad anticipado. Y una primera medalla en la carrera de las casi siempre copiosas comidas que exige el guión de la época. Mi lorza, para qué negarlo, está encantada.