Pero, ¿qué es para nosotros el medio rural? ¿es verdaderamente sostenible? ¿hay que invertir no solo en su mantenimiento sino también en su desarrollo en consonancia con los nuevos tiempos?
Las respuestas a estas cuestiones son de sobra conocidas si vienen de nuestra boca, pero hay opiniones dispares, de las cuales sopesaremos dos importantes y totalmente opuestas:
- La falta de planificación para su evolución y la de sus habitantes de manos de muchos políticos: además de los problemas de inversión que todos sabemos que existen en nuestro país, existe la falta de defensa en aspectos básicos como la educación o la sanidad, simplemente por no tener un volumen considerable de representación, o lo que es lo mismo de votantes. (Para algunos esto es un juego).
- La fuerza y el animo por progesar de los habitantes de nuestros pueblos: gracias a datos como que casi la mitad de las personas que utilizan internet en los pueblos de la Comunidad compran 'on line', una cifra que ha crecido un 6% en el último año. Ropa, complementos, material deportivo y productos para el hogar son las transacciones más habituales, o que la iniciativa de empresas tradicionales y establecidas en pueblos pequeños (www.aceros-de-hispania.com en Castelserás) tengan más recursos para distribuir sus productos; dan un halo de esperanza a todos esos pequeños productores que deben crear un valor añadido a sus productos, ya sean artesanos, tradicionales, especializados o fomentados por la economía social.
No podemos permitir que otro centenar de urbes y de microeconomías potenciales desaparezcan dentro de un lustro (esa es la previsión), es intolerable que por lo menos no se intente. Aunque no hay datos oficiales, el número de localidades deshabitadas podría rondar las 200. El INE solo contabilizaba en 2012 67 pueblos deshabitados y más de 300 núcleos diseminados vacíos. Mariano Gallardo Lorente