Estamos en la época del eCommerce, del comercio electrónico. Multitud de “tiendas electrónicas” tratan de responder a la demanda online de los consumidores y de desplazar a las tiendas físicas. Y éstas también tratan de abrir tiendas online para hacer frente a esa misma demanda.
Pero ambas tienen un punto débil. Las tiendas digitales son inmateriales, y ese anonimato hace que les cueste ganarse la confianza de una parte sustancial del mercado. Las tiendas físicas tienen un alcance limitado y sufren el estigma de la falta de modernidad.
¿Quien ganará esa batalla? Yo creo que los líderes del comercio del futuro se apoyarán en ambos frentes, el físico y el digital. Habrá quienes habrán empezado en formato físico y lo habrán sabido complementar bien en la web. Y habrá quien habrá nacido digital y se habrá sabido complementar en lo físico. Pero no creo que subsistan quienes no combinen ambos mundos.
Con todo ello me atrevo a dar dos mensajes a los proyectos de comercio electrónico actuales, uno bueno y otro malo:
- El malo es que creo que no tendrán futuro a largo plazo si no se implantan en el mundo físico. No imitando a los negocios físicos de siempre, ni creando cadenas enormes de tiendas, sino de otro modo, probablemente con pocas y relevantes tiendas de referencia. Quizás apoyando la recogida de compras hechas por la web
- El bueno es que, en mi opinión, los líderes del futuro habrán nacido en Internet, dotados de una cultura más flexible, global y eficiente que sus colegas físico-nativos.