Las diferentes tradiciones y culturas hacen que la gastronomía cambie entre los distintos grupos de personas. Una de las diferencias culinarias más claras está en la religión, y es que la comida para judíos, no es la misma que para cristianos o musulmanes. Y estas diferencias es importante conocerlas sobre todo si tenemos que tratar directamente con estas personas.
Prohibiciones en la Comida para Judíos
Para tener claro en qué se basa la alimentación de los judíos, lo mejor es tener claro que alimentos no pueden comer. Todas estas restricciones vienen incluidas en la Torá, el libro sagrado de los judíos.
En un principio, y la forma más simple de contar que no puede comer un judío, se dice que no pueden comer a la vez carne y lácteos (esto no quiere decir que los Judíos las eliminen de su alimentación). Además, tienen que eliminar de su alimentación la carne de cerdo y derivados.
Las limitaciones que encontramos en la comida para Judíos son más amplias, si ahondamos un poco más en las prohibiciones en este tipo de alimentación nos encontramos:
Que solo pueden comer animales que tengan pezuñas hundidas y rumien. Por tanto, quedan descartados de la alimentación productos como el cerdo, el conejo o la liebre, además de otros animales de comidas más exóticas como el camello.
Si nos centramos en las aves, las más habituales como el pollo, el pavo o el pato sí que están permitidos. Son otras más extrañas como el avestruz o el faisán los que están totalmente prohibidos.
Nos trasladamos al mundo marino para decir que los judíos solo pueden comer peces que tengan tanto aletas como escamas, siempre que aparezcan los dos en el mismo animal. Por eso, en cuestión de peces existe una amplia variedad, pero perdemos otros productos como el marisco y algunos pescados como el tiburón o el pez espada.
Por último, y aunque parecen alimentos más exóticos hay que tenerlos en cuenta, en su alimentación no se permite ningún tipo de insecto con alas, roedores, reptiles o anfibios, al igual que cualquier derivado de estos. La única excepción en este punto es la miel de las abejas, que sí que está permitida.
En cuestión de verduras y frutas no hay restricciones, se puede incluir cualquier tipo de alimentos.
Aunque en un principio pueda parecer que las restricciones en la alimentación de los judíos son muy amplias, lo cierto es que tienen una gran variedad de productos para consumir. Hay que tener en cuenta que, sobre todo si nos fijamos en el mundo de occidente, los productos que encontramos en cualquier mercado, podemos incluir gran cantidad en los platos de los judíos. Por tanto, la alimentación está restringida, pero la comida es sana y variada.