Quién nos lo iba a decir: el antaño considerado símbolo del reverdecer de la chanson se nos pasó -han sido muchos- al sonido disco, en este año en el que lo de “lágrimas sobre la pista de baile” mutó -motivos de fuerza mayor- en una versión algo más doméstica: “lágrimas sobre el suelo del cuarto de estar”. El caso es que el por muchos considerado sucesor natural de Serge Gainsbourg se va haciendo mayor (se le está poniendo cara de Benicio del Toro), y con la edad empieza a hacer exactamente lo mismo que hizo Gainsbarre en su día, esto es, lo que le sale de las narices, y lo cierto es que se le da bastante bien.
En este 2020 ha publicado un disco con una portada chulísima e inspiración en la era clásica de la Fórmula Uno, “Grand Prix“, en el que el francés se desmelena -para bien- un pelín, con un acercamiento a los sintetizadores de lo más exitoso. De este trabajo me enamora especialmente esta maravillosa pieza de disco-funk (y sí, es verdad: con un giro en cuanto entran esos pianos casi house que parece homenajear a esa-canción-que-todo-el-mundo-sabe-de-The-Rapture) rematada con espectaculares arreglos de cuerdas y demoledor mensaje: “¿Cómo va tu dolor? / El mío va así/ No necesitamos practicar/ Para tocar fondo/ Deberíamos aprender/ A vivir con ello” ¡Qué bueno es el cabrón! En “Comment Est Ta Peine?” la decadencia suena chic, y la aceptación del fracaso como una salida, quizás no tan indigna como pensábamos, servirá al menos para hacernos esbozar una sonrisa sarcástica mientras bailamos (la décadanse). Si por fin vamos a reconocer que todo se va a la mierda, parece decirnos Biolay, al menos hagámoslo con estilo.
ó Publicado en: RevelacionesEtiquetado: 2020, Benjamin Biolay, Disco-Pop, Grand Prix, PolydorEnlace permanenteDeja un comentario