(DIEZ AÑOS DE THE SONGS WE LOVE: 1014 ENTRADAS, CANCIÓN NÚMERO 999)
¿Qué puedes decir sobre una canción sobre la que ya se ha dicho todo? ¿Qué puedes aportar cuando se trata de un tema que ha significado tanto en la vida de millones de personas? ¿Qué sentido tiene hablar de algo cuando sabes que nada de lo que puedas decir será mínimamente relevante u original? En mayo de 1995, la banda británica Pulp publicaba “Common People”, una de las mejores canciones de la historia de la música pop, y la puerta que les daría acceso al estrellato en todo el mundo, alejándoles de forma paradójica de la vida más o menos corriente (eran conocidos en su país, pero la fama a la que les condujo “Different Class” estaba a otro nivel) que habían llevado hasta el momento. Hablamos hoy con Tristan Drew, fan confeso de la banda de Sheffield, pero no sólo eso: también es el líder de PULP’D, la banda tributo a Pulp que se dedica a llevar las canciones del grupo por los escenarios ingleses, y que muy amablemente ha accedido a responder estas preguntas desde la perspectiva del hombre que durante unos breves instantes abandona su rol de «common people«, para convertirse sobre un escenario en el mismísimo Jarvis Cocker.
TSWL: Vamos a empezar con una confesión, Tristan: desde mi absoluta ignorancia por el tema, tengo un mal concepto de las bandas tributo, una cuestión que siempre ha estado rodeado de una cierta polémica. Vivo en una ciudad de unos 300.000 habs. en la que los pocos conciertos que tenemos son casi siempre de bandas pequeñitas o de bandas tributo (que ponen en sus carteles promocionales el nombre de la banda en letras gigantes, y esconden la coletilla de “Tributo a…” en tipografías minúsculas). Dinos algo que pueda ayudarnos a liberarnos de prejuicios y cambiar nuestra percepción del asunto, por favor.
Tristan: Creo que a menudo existe un estigma al respecto de las bandas tributo porque, seamos honestos, hay muchas realmente malas, algunas que solo están sacando provecho de la popularidad de un producto porque pueden ganar más cantando las canciones de otras bandas y llamándose a sí mismas una tribute-band, que lo que ganarían como ellos mismos. Pero al igual que existe una gran cantidad de bandas pobres que dan mala fama a los tributos, existen también agrupaciones absolutamente brillantes que son bandas tributo en todos los sentidos de la palabra, algunas incluso diría que mejores que los originales. De alguna manera, es una pena que esas buenas bandas de músicos tengan que convertirse en bandas tributo, cuando lo cierto es que si se dieran las circunstancias, si dispusieran de las plataformas adecuadas, su talento les permitiría alcanzar un éxito propio.
Un homenaje debería ser solo esto: una celebración. Algunas tribute bands realmente se preocupan por eso y ponen meses, años e incluso décadas de arduo trabajo en la réplica del espectáculo al que rinden homenaje, desde el sonido, la música, la apariencia y todo lo que es la producción del espectáculo.
Cuando asiste a uno de estos espectáculos de tributo, el público se transporta a un lugar especial, donde durante esos breves momentos, puede experimentar los mismos sentimientos que sentiría ante el original. Y de manera similar, los artistas o la banda, en ese momento, están sintiendo algo parecido a lo que siente el artista real: se da una conexión especial entre el público y los artistas sobre el escenario, a partir de la música que ambos aman por igual.
TSWL: Imagino que en el caso de las bandas tributo, se requiere ser un gran fan antes de intérprete. (No me imagino a un grupo de músicos echando un vistazo a ver qué bandas no tienen todavía su correspondiente banda-tributo para ponerse a ensayar sus canciones y hacer pruebas de vestuario). En tu caso, es más que evidente ¡Si no estoy equivocado, hasta tu hijo se llama Jarvis! Háblanos del Tristan Drew “seguidor de Pulp” que además creció en Sheffield cuando todo ocurrió ¿Qué fue primero, el fan o el músico? ¿Qué significaron para ti esas canciones frente a otras que no lo hicieron?
T: Lo cierto es que mi hijo se llama Oliver, pero los fans que lo han visto crecer en nuestras fan pages, le han apodado cariñosamente mini Jarvis, es muy mono… Pero sí, tienes razón, creo firmemente que para convertirte en una tribute-band antes tienes que ser fan. Crecí en Sheffield, Reino Unido, en los años 80 y 90, justo en la era de la gran batalla del britpop. Era fan de Pulp cuando me convertí en músico profesional a los 15 años. Pero a pesar de sentirme parte de la familia de Pulp desde entonces, me llevó 20 años de componer material original y hacer otras muchas versiones antes de decidirme por hacer algo que amaba: convertirme en Jarvis. Diría que ha sido una tarea de puro amor desde entonces.
TSWL: Amo las canciones de Pulp como las de ninguna otra banda en el mundo, y reconozco que en el fondo siento una gran envidia cuando veo tus vídeos sobre el escenario, el entusiasmo de la gente participando de un pacto colectivo: tú sabes que yo no soy Jarvis, pero yo voy a darte algo que es lo que más se parece a lo que un día tuviste. La nostalgia siempre funciona, y eso es algo que veréis en las caras de los asistentes a vuestros conciertos ¿Son las bandas tributo un invento para señores de mediana edad (¡yo ya tengo 46!) o percibís que funcionan realmente para acercar unas canciones a jóvenes generaciones que no las pudieron conocer en su momento?
T: La forma más fácil de responder eso es mirar a nuestro público habitual promedio. Es una completa mezcla: desde jóvenes adolescentes que conocen cada letra de las canciones hasta jubilados y, por supuesto, todo lo que queda entre unos y otros.
Una buena banda tributo celebra la música: Creo que ayudamos a mantener viva la música de Pulp y, si bien siempre hay un enorme componente de nostalgia para aquellos que aún recuerdan la primera vez que la oyeron, también ayudamos a que gente nueva la experimente por primera vez. De hecho, tenemos una «habitual« que viene a los espectáculos, una chica de 16 años a la que le encanta Pulp. Ella viene siempre con su padre, pero se sabe cada palabra de las canciones, y está ahora experimentando la vibración de ser parte de los fans de Pulp en un entorno en vivo por primera vez, y está totalmente enganchada. Ese es justamente el tipo de reacciones que amo.
Ya se trate de gente que se sumerge en la memoria del pasado y lo revive, o de gente que lo ama por primera vez, formar parte de ello es realmente especial para mi, y es la razón principal por la que amo esto que hago.
TSWL: Hablemos de PULP’D, la banda de músicos con la que interpretas las geniales canciones de Jarvis Cocker y los suyos desde (si no estoy equivocado) hace cinco años. ¿Cómo empezó el proyecto? Además, por lo que he podido ver en tu página de Facebook, antes de ser una banda tributo, tú y otros dos miembros originales de PULP’D (uno de ellos, el guitarrista, fue reemplazado este julio) teníais vuestro propio grupo, de nombre 3quency. ¿Cómo es ese proceso de asumir que la música que haces no triunfará, y en cambio quieres dedicarte a reproducir la música del grupo que más amas? ¿Se vive como una rendición, o más bien como una oportunidad?
T: Sí, PULP’D se formó en 2017, y fue cuando vimos que un festival tributo en el Reino Unido había estado tratando de encontrar una banda tributo a Pulp, incluso montar una y no lo habían logrado, algo que nosotros vimos como un desafío. Me encanta el reto de tratar de hacer cosas que otros no han podido, no porque no hubiera ganas de intentarlo, sino por la percepción de que nadie puede hacerle justicia a Jarvis, y ahí es donde entra PULP’D.
Tuvimos bastante suerte de que todos fuéramos fans y todos estuviéramos en Sheffield. Yo mismo, el baterista Matt y Sean, nuestro guitarrista (quien dejó el grupo recientemente para dedicarse a la producción musical profesional) hemos estado juntos en distintos grupos durante más de 15 años, bien con canciones originales o bien haciendo versiones, así que nos conocemos muy bien dentro y fuera del escenario.
Todavía tenemos nuestros propios proyectos e incluso hemos tenido cierto nivel de éxito con ellos o con proyectos anteriores, por lo que no hemos cambiado ni renunciado a hacer nuestra propia música, pero alcanzar el éxito con tus propias canciones es más complicado. Como músico profesional, a menos que tengas éxito, tienes que encontrar alternativas para mantener a tu familia, y todos tenemos hijos. Formar una banda de tributo con el nivel de PULP’D es una manera increíble de seguir haciendo música de forma profesional, pasar un buen rato haciéndolo, y también ayuda a poner comida en la mesa. Los sitios en los que tocamos ahora como PULP’D son lugares grandes, ya que ahora somos una banda de gira profesional, muchas veces son los mismos escenarios en los que también tocan artistas originales de éxito. Es lo más cerca que hemos estado nunca del éxito. ¡En los primeros tiempos tocábamos en bares diminutos con suelos pegajosos! Hemos trabajado muy duro para llegar a donde estamos.
TSWL: A ese respecto, estoy obligado a hacerte una pregunta delicada: ¿crees que tienen sentido las bandas tributo (que como cualquier músico, esperan cobrar por sus conciertos) únicamente cuando el grupo al que rinden homenaje ya no está en activo, o crees que no está bien hacer negocio con esas canciones cuando el público aún puede disfrutar de la experiencia real?
T: No, no creo que las tribute-bands sean solo para artistas que ya no están en activo. Las bandas tributo brindan a los fans la oportunidad de sumergirse en una experiencia por un rato y por una pequeña parte del coste de le experiencia original… Se trata de una experiencia que no es muy diferente a la de hacer un recorrido por el estadio de fútbol y salir al campo a través del túnel, experimentando lo mismo que hacen los jugadores, aunque no seas un jugador. Si lo haces bien, rendir homenaje a algo grande nunca es algo malo, siempre y cuando se haga con respeto.
TSWL: Imagino que cuando el público va a ver una banda tributo, espera de alguna forma que por unos instantes se produzca la magia: la gente sabe que quien está frente a él no es Freddie Mercury, pero quiere que esa persona se parezca a Mercury, se mueva como Mercury, vista como Mercury y -por supuesto- cante como Mercury. Ya no se trata por tanto sólo de amar unas canciones, sino ser capaz de emular a esa banda sobre el escenario, algo más que una orquesta para bodas y bautizos. Vuestras fotos me dejan ver a un tipo con unas gafas como las de Rusell Senior y un bajista con una corbata “a lo Steve Mackey” bastante convincente (¡os falta una chica a los teclados!) ¿hasta qué punto es esta cuestión de la imagen, las poses, los bailes, etc, importante cuando se tiene una banda tributo? ¿Hay un límite para la impostura, o “cuanto más se parezca, mejor”? ¿hay competencia entre las bandas tributo a Pulp por lograr la imitación más perfecta? (En realidad, he supuesto que existen más bandas de tributo a Pulp al ver que os anunciáis como “worlds premier Pulp tribute band”)
T: Por extraño que parezca, somos la única banda tributo a Pulp en el mundo, creemos que es porque cualquiera que lo haya intentado no ha conseguido un buen Jarvis. Ha habido algunos que lo han intentado, pero rápidamente se dieron cuenta de lo difícil que es hacerlo, y hacerlo bien. No estoy siendo arrogante al respecto, ni mucho menos, hubo momentos al principio en los que costó, pero también soy muy terco y no quería dejar de intentarlo, quería demostrarme a mí mismo que podía hacerle justicia. Realmente era algo que me importaba como fan de Pulp. Jarvis Cocker es tan único, tanto en la voz, como en la interpretación…
En una banda tributo, la imitación es de hecho el elemento más importante. No se trata solo de sonar como los artistas a los que rindes homenaje, o simplemente lucir como una versión presentable de ellos, se trata de todo el paquete: apariencia, sonido, imagen, movimientos, gestos, etc. En mi caso, paso días, semanas y meses estudiando a Jarvis, incluso fui a verlo en sus shows como solista para «entrar en su personalidad». La intensa observación de los detalles y su posterior réplica es lo que hace que un homenaje funcione. Ademá, en el caso concreto de Pulp hay un elemento que es básico: el show de Pulp es principalmente el show de Jarvis. La gente quiere ver a Jarvis. Eso es lo que tratamos de darles, sin descuidar al resto de la banda, con pequeños detalles como las gafas o la corbata, y que son identificables por el público y le ayudan a «dejarse envolver» por la experiencia.
TSWL: Una de las cosas que más me han asombrado buceando en vuestra web es la existencia de algo llamado “Fake Festivals”, en la que bandas tributo con nombres muy divertidos (no sólo PULP’D: por ahí también andan Kazabian, Oasish o Fore Fighters) comparten escenario permitiendo al público sumarse a una celebración colectiva de las canciones de su vida ¡Suena como algo tan surrealista como divertido, mataría por asistir a algo así! ¿Qué puedes contarnos del festival? ¿Existen rivalidades entre fake-Albarn y fake-Gallagher?
T: Ja, ja, sí, supongo que es bastante surrealista estar en el backstage tomando una pinta con el falso Liam Gallagher mientras se habla de fútbol y de la vida familiar con el falso Freddie Mercury y la falsa Pink, y de pronto entra el falso Bowie quejándose de los baños portátiles. Supongo que visto desde fuera es muy surrealista, pero creo que nosotros lo tenemos más que asumido.
Ahora hablando en serio, es increíble ser parte de algo así. Fake Festivals es una gira anual de festivales de bandas-tributo que recorren el Reino Unido, en la que participan algunas de las mejores bandas tributo de del mundo, actuando en múltiples espectáculos durante todo el año en varios lugares. Estar considerado una de esas bandas tributo de primera línea y poder actuar en estos espectáculos es simplemente increíble. La calidad es excepcional, y algunas de estas bandas se confundirían fácilmente con las auténticas.
Tenemos mucha suerte de que nos hayan invitado de nuevo a la gira para 2023, lo cual es estupendo para nosotros como banda, y también estamos de regreso para el Sheffield Fake Festival en 2023 ¿A quién podría disgustar la ida de pasar un rato increíble en un festival en la que se rinde homenaje a las bandas de su vida? No tiene precio.
TSWL: Corrígeme si me equivoco, pero me imagino que se producirá una paradoja respecto al público: los mayores entusiastas de Pulp no mostrarán interés por ir a vuestros conciertos por consideraros un sucedáneo, mientras que los que tal vez no eran tan fans asistirán encantados a la experiencia y no dejaran de pedir que toquéis “Common People” y “Disco 2000” (¡Quizás estoy equivocado y el público os pide canciones como “O.U. (Gone, Gone)”o “Dishes”!) ¿Cómo escogéis vuestros setlists? ¿Conseguís despertar el interés del público en canciones no tan evidentes del repertorio de Pulp?
T: Estoy encantado de confirmarte que estás completamente equivocado respecto a esto: la mayor parte del tiempo, es exactamente lo contrario. Nuestros shows están llenos de fanáticos incondicionales de Pulp con sus viejas camisetas del grupo, que hacen cola después del show para tomarse selfies conmigo caracterizado como Jarvis. Creo que esto es porque los fans de Pulp son diferentes, son muy leales y generalmente aman lo que hacemos… No me malinterpretes, también hay de esos que sólo conocen los 2 grandes éxitos y andan un poco despistados con todo lo demás, pero generalmente están allí porque han sido arrastrados por un amigo suyo, fan de Pulp, que conoce cada palabra de cada canción, lo que me obliga a mantenerme muy alerta. Tengo que asegurarme de acordarme muy bien de las letras, ja, ja.
En cuanto a la lista de canciones, vamos cambiando el repertorio de canciones dependiendo del público. Si se trata de un festival, por ejemplo, sabemos que no todos entre los asistentes serán fans de Pulp, por lo que nos mantenemos en una línea más convencional, asegurándonos de tocar los grandes éxitos. Pero si por ejemplo se trata de un concierto «especial Pulp» en el que solo estamos nosotros en el programa, nos gusta interpretar las caras B e incluso las demos, porque sabemos que la mayoría de los que han pagado por una entrada son auténticos fans de Pulp.
Recuerdo haber hecho un show en Londres: fue un show íntimo, cerca de 200 personas y todos eran seguidores acérrimos de Pulp. Metimos algunas canciones no tan obvias en ese programa, «Like a Friend«, «Mile End», «Catcliffe Shakedown», «Dogs Are Everywhere»… Fue genial poder hacer eso y, como fan de Pulp, poder tocar también esa clase de canciones.
TSWL: En el año 2002, Pulp publicó su sencillo para “Bad Cover Version” cuya portada emulaba la archiconocida fotografía del célebre “The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars”, y en la que un jovencísimo Mark Webber hacía el papel de Bowie. La segunda versión del single incluía como caras B canciones de artistas versionando a Pulp, y por si esto no fuera suficiente, el genial vídeo que se hizo para promocionar el tema reunía a una alucinante colección de imitadores de superestrellas que versionaban (incluso con la voz) la canción de Pulp ¡Hasta Jarvis se animó a hacer de Brian May! La idea de ver a una banda-tributo-a-Pulp interpretando el tema tal y como lo haría Pulp me vuela la cabeza ¿Supone este tema algo especial en vuestros conciertos, algo así como un momento de “caretas fuera”?
T: Es una gran canción, y el video musical es genial. Pero debo ser honesto, no la tocamos en nuestros shows en vivo, ya que es un poco lenta para la atmósfera que buscamos. Siempre hemos estado jugando con la idea de hacer una versión de esa canción con fines benéficos, con nuestros amigos de otras bandas-tributo. Lamentablemente, el COVID arrinconó esta idea, pero creo que ahora estamos un poco más cerca de hacer que suceda. Confiamos en que Pulp nos deje usarla, y ojalá que ellos también quieran involucrarse, sería algo asombroso.
TSWL: ¡Eso sería muy loco! Hablando de la formación original de Pulp, me consta que Nick Banks conoce vuestra existencia ¿habéis tenido alguna interacción con Jarvis u otros miembros de la banda al respecto de vuestro grupo?
T: Sí, Nick ha compartido alguna de nuestras publicaciones, y de hecho iba a tocar la batería en un concierto que hicimos en Sheffield, pero al final se canceló por razones que escapan a nuestro control. Hubiera sido una gran experiencia.
En cuanto a los demás miembros del grupo, tengo una historia divertida: Hace aproximadamente 8 meses, justo antes de la primavera, estaba almorzando en mi trabajo diario y corría por las calles secundarias en busca de algo rápido para comer y pasé junto a un tipo envuelto en un abrigo largo, bufanda, etc, muy parecido a Jarvis Cocker. Sólo unos días después, Jarvis publicó una foto en las redes sociales de una ventana con su reflejo en ella. ¡Era el tipo con el que me crucé! ¡Me crucé con Jarvis Cocker en la calle, y no me di cuenta hasta que fue demasiado tarde! ¡Qué bajón! La banda casi me mata.
TSWL: Yéndonos a otra cuestión, en nuestro país existe en la actualidad una gran controversia por la gira de conciertos de Rosalía, algo parecido a lo que está ocurriendo en tu país con Ian Brown (The Stone Roses): por parte de muchos se ha criticado que toda la música es grabada y que aquello no era un “concierto de verdad”, si no un muy bien producido videoclip en vivo, cuando no un fastuoso karaoke. Mucha gente salió encantada, no obstante, de la experiencia de ver a Rosalía (y escucharla cantar en vivo) aunque fuese sobre bases grabadas. Vuestro caso es algo así como el opuesto: la gente puede oír la música en vivo pero no al cantante que realmente querría ver ¿Qué opinión tienes respecto a estas polémicas sobre lo que es, o lo que no es un concierto?
T: Es una buena pregunta, creo que está bien tocar con una pista grabada, los grandes artistas lo hacen todo el rato… hay sonidos que no puedes reproducir en vivo sin meter a 20 músicos en el escenario. Hoy en día las canciones se graban y producen así, a base de «capas». Un buen ejemplo de esto sería, por ejemplo «The Universal» de Blur. Está tan lleno de arreglos orquestales que no podrían hacerlo completamente en vivo sin toda una orquesta en el escenario, de modo que la interpretan en vivo sobre la base de una pista grabada.
Creo que mientras seas transparente, te anuncies como un espectáculo en solitario con respaldo grabado y la gente compre sus entradas partiendo de que sabe lo que va a ver, lo que está haciendo Ian Brown está bien; lo que no es justo que la gente espere ver a una banda en vivo y se encuentre con eso. Todo se reduce a publicitarlo correctamente y que las personas que compren entradas libremente sepan qué es lo que realmente van a ver.
Kendrick Lamar o Kanye West, ambos cabezas de cartel de Glastonbury, han actuado en los mejores escenarios con sets pregrabados de acompañamiento. A algunos les encantó, a otros no.
Para mí, se trata de cómo lo anuncies, la transparencia es clave. Un concierto es una actuación, ya sea con música en vivo o grabada: mientras la gente sepa para qué está comprando entradas, no veo ningún problema.
TSWL: Hablemos ahora de “Common People”. Me gustaba mucho la idea de hacer esta entrevista contigo ligada a esta canción precisamente por eso, porque vosotros sois la gente corriente de la que hablaba Jarvis. Cuando la canción se convirtió en un éxito planetario, de alguna forma Jarvis y los suyos se convertían en superestrellas mundiales y abandonaban su antiguo status. En vuestro caso, la cosa es de lo más singular: sois personas normales (imagino que alguno de vosotros tendrá otros trabajos además del de músico) que por unos minutos gozáis del brillo que proporcionan un escenario y unas canciones perfectas. ¿Qué queda del Tristan Drew, hombre normal y corriente, cuando se sube a un escenario? ¿Dejas que en algún momento se muestre la persona que realmente eres, o cargas con la tarea de “ser” Jarvis Cocker hasta el final?
T: Todos somos «common people«. Dejé de ser músico a tiempo completo a mediados de 2018 justo después de tener a nuestro hijo, un año después de formar PULP’D. Toda los miembros de la banda tienen trabajos diarios, todos tenemos familias, y el hecho de estar fuera durante semanas y meses de gira no es saludable para un entorno familiar…
Pero para responder a tu pregunta, cuando subo al escenario, en mi mente soy Jarvis, mi actuación soy yo metido en Pulp, metido en mi rol de Jarvis y eso es lo que los fans quieren y se merecen. Es por lo que han pagado.
Encuentro una gran paz en escaparme al escenario durante una hora, metido en la piel de un personaje: durante ese tiempo no tengo que preocuparme por las facturas, ni por el trabajo, ni por ser un buen padre, esposo, etc. Es un momento que me permite escapar de la vida real y hacer algo de todo corazón, con lo que que además disfruto. Por decirlo de alguna forma, Tristan es el titiritero oculto, que maneja los hilos del títere de Jarvis al que la audiencia ve y escucha. Me encanta la parte de teatro que todo ello tiene.
TSWL: No resulta raro que los artistas tengan una temporada en la que detestan el que ha sido su mayor éxito. Algo así como el hastío que mostró durante muchos años Thom Yorke respecto a “Creep”, hasta el punto de eliminarla de su repertorio en los conciertos. ¿Os ocurre a vosotros algo parecido, percibís esa tensión con el público que está esperando a que toquéis “Common People” para poder irse a ver a Kazabian?
T: Te mentiría si te dijera que es algo que no sucede de vez en cuando. A veces, (y es raro), tocamos delante de una multitud en un festival que no es exactamente fan de Pulp, de modo que solo conocen dos canciones y estarían encantados si tocaras «Common People» y «Disco 2000» en bucle durante 90 minutos. Esos espectáculos a veces se hacen un poco cuesta arriba…
Afortunadamente no es algo que suceda tan a menudo, tal vez… un par de shows al año. Pero también tengo que decirte que hay una sensación de logro y alivio al mismo tiempo, cuando llegas a canciones como «Common People» en ese tipo de actuaciones y ves a la gente volviéndose completamente loca, cuando antes los veías paradísimos y desinteresados.
Es por este motivo que normalmente nos retiramos del escenario sin tocar «Common People«. Siempre es algo que guardamos para los bises, la última canción de la noche. Hay algo de rebeldía, muy Jarvis, en no tocar la canción que todo el mundo está esperando que toques, y oírles gritar para que vuelvas al escenario e interpretes esa canción que quieren oír. Es como una droga, necesitan esa canción o su noche no está completa.
TSWL: ¡Puedo entenderlo perfectamente! (y tengo que admitir que vuestra versión de «Disco 2000» es bastante decente). Ya para terminar, me encantaría que nos hablaras de la canción de Pulp que más signifique para ti, una debilidad personal. ¡Es siempre estupendo poder hablar con alguien de las canciones que más amas! Muchísimas gracias por tu tiempo, Tristan, espero que hagáis disfrutar a mucha gente con esas canciones y… “let’s all meet up in the year 2023”?
T: Ah, ahora vas a lo personal , eso es tan Jarvis… Creo que para mí hay una conexión personal con «Do You Remember the First Time» y es porque cuando empezamos en 2017, esa fue la canción con la que abrimos nuestro primer concierto en una Sheffield O2 Academy, con entradas agotadas. Fue la primera vez que subí al escenario como Jarvis y, como fan, fue algo muy especial para mi. En el momento en que el que salí al escenario por primera vez y escuché a la multitud gritar y vitorear de esa manera, supe que quería hacer esto todo el tiempo que pudiera.
Y sí, nos veremos en 2023. Estaremos de vuelta dentro de la gira del Fake Festivals y también tendremos nuestra propia gira de conciertos de homenaje a «His N Hers» y «This is Hardcore». Pero lo más importante es que estaremos todos en los shows de la gira de reunión de Pulp como fans, así que si vas a asistir a alguno de los conciertos, avísanos y nos vemos allí. Son los seguidores de Pulp como tú los que nos permiten hacer lo que hacemos, y sin ellos no estaríamos aquí hablando de todo esto. Tenemos mucho amor y respeto por la base de fans y ha sido genial hablar sobre Pulp contigo, así que muchas gracias por darme esta ocasión de hacerlo.