`Como Acabar con tu Jefe´ -la comedia americana sigue sin salirse del camino

Ayer mismo leí un comentario sobre esta película que criticaba a alguien que la había puesto a caer de un burro. Decía lo siguiente -más o menos- “si sabes que la leche está agria luego no te quejes de que sabe mal”. O lo que es lo mismo, no veas prácticamente nada para luego poder criticarlo. Porque entonces o tenemos el don de la adivinación o recogemos los bártulos y nos vamos.

Como Acabar con tu Jefe no es la peor comedia americana, ni que decir tiene que hay auténticas bazofias rondando por la cartelera durante el año. Pero tampoco se sale de lo establecido desde hace ya muchos años. ¿Qué quiero decir? Pues ahora paso a relataros  más o menos lo que os vais a encontrar.

Ante todo decir que no quiero ver peliculones. Bueno sí, pero que no los busco. No estoy mordiéndome las uñas esperando que la última película de Nolan o Fincher vaya a hacer que mi cuerpo sufra una transformación ni que mi miembro viril sufra una erección (frase que se utiliza bastante en estos tiempos para indicar lo mucho que te gusta algo -no es mía, como ya explico-). Si aparece una gran película, que cada vez son menos, me alegro, pero tampoco estoy llorando en la cama por la ausencia de tal hecho.

Con las comedia americanas ya se está volviendo una misión imposible encontrarte algo medianamente digno. Más de uno, al igual que el que ha soltado la frase que he puesto más arriba, pensará que no hay crítica posible hacia algo que ya de antemano te podías esperar. Bueno, por mi parte no voy a hacer caso porque entonces nadie podría criticar ni ver Transformers, Crepúsculo, Shrek o Piratas del Caribe (algunas de las que más sarpullidos me han provocado en los últimos lustros). Hay que ver lo bueno, lo malo y lo peor, si no sería impensable hablar sobre ello, ¿no?.

La película que protagoniza Jennifer Aniston, Kevin Spacey, Jamie Foxx y otro elenco de actores sigue las mismas reglas que me he cansado de ver durante docenas y docenas de películas. Parece que en los últimos tiempos sólo hay DOS VÍAS. Comedia romántica bobalicona protagonizada por Katherine Heigl y Jennifer Aniston o una donde a un grupo -o dúo- de individuos les empiezan a pasar cosas más o menos raritas. Luego estan los Ben Stiller, Jim Carrey, Steve Carrell, Adam Sandler o Will Ferrell, que cuando suena la flauta revientan la taquilla y mantienen sus sueldazos durante un tiempo.

No voy a negar que en algún que otro momento Como Acabar con tu Jefe me hizo soltar alguna que otra carcajada. Me hizo gracia vamos. Pero nuevamente parecía que estaba viendo un clon de un clon de un clon de una película que ya había visto. Lo peor de todo es que antes los protagonistas tenían algo de carisma y don para la comedia. Ahora parecen hechos en serie. La mitad de las veces, como es éste caso, los castings son penosos. Nuevamente los gags son cogidos con pinzas. Nuevamente hay escenas alargadas donde el humor brilla por su ausencia. Nuevamente se utiliza el humor zafio para que el espectador piense “jajajjaja Jennifer Aniston ha dicho  pégame en la cara con tu polla, jajajjaja”. Aquí tenemos a Torrente, así que no hablemos muy alto (levantando la taquilla de películas españolas él solito).

Quizás lo mejor de todo sea ver al siempre genial Kevin Spacey o al camaleónico Colin Farrell, los cuales nos deleitan con algunos diálogos medianamente geniales. Al igual que los comentarios de los protagonistas hacia los referentes que puede tener la película (Extraños en un Tren o Tira a Mamá del Tren), las cuales podían venir a la mente a cualquier cinéfilo medio. Lástima que luego todo se vaya por la borda y la película entre en una vorágine de escenas sosas y aburridas. Una vez más, en una película de poco más de hora y media, volví a mirar el reloj. Signo inequívoco de que había algo que no me estaba gustando.

No es el hecho de que a Jamie Foxx (algunos momentos suyos son de lo mejor de la película) le digan cuarenta veces Hijo Puta (nick que se ha puesto a sí mismo), es el hecho de que ni la primera vez me hizo gracia y la número 40 menos.

De todas formas, y siendo condescendiente y consciente de lo que hay, la película es lo que es y no podemos pedir oro en una tienda de chucherías. Os podréis reir en un par de gags, pero quizás al día siguiente ni recordareis el nombre de la película. Con eso creo que digo todo.