Los motivos más cómunes que fueron expuestos son: el desempleo, aunque ya muchos tenían estudios universitarios no encontraban trabajo, el segundo motivo fue reencontrarsecon familiares que ya estaban en el extranjero y el tercer motivo: estudios, investigaciones o ansias de conocerotros lugares.
Gran parte de los familiares encuestados en el estudio, afirman comunicarsefrecuentemente con sus hijos, sin embargo más de un tercio considera no volverse a encontrarcon ellos por motivos económicos y más de dos tercios consideran que sus hijos no volverán a su país natal.Algunos Testimonios expuestos en el estudioTestimonio 1: “Siento demasiado rabia por no haber podido darle a mi hijo un futuro más estable”Testimonio 2: “Ellos ya tienen una profesión y no regresarán porque aquí no tendrían más perspectivas”.Testimonio 3: “Me siento desgarrada, angustiada y triste, veo que el país los expulsa y siento impotencia por no contribuir a que la situación cambie; no sé qué hacer concretamente”.Testimonio 4: “Respecto a su capacidad de desempeño me siento orgullosa de lo que está logrando”. Estos testimonios muestran la frustración de los padres de no poder retener a sus hijos en el nido familiar, por no poder darles una mejor estabilidad y no poder cambiar la situación de su país natal, pero a la vez conformidad, porque saben que tendrán un mejor futuro en el extranjero, que estarán alejados de la inseguridad y la situacióndecadente del país. Muchos de los padres se aferran a las fotografías de sus hijos, las notas de voz grabadas, mensajes, largas cartas enviadas por correo, entre otros. El sentimientode “nido vacío” empeora con las ocasiones especiales o acontecimientos como: la pérdida de un familiar cercano, días de fiestas familiares, la navidad. Sin embargo, admiten no manifestarles a sus hijos estos sentimientos porque no quieren coartarles las posibilidades de ser felices, realizar sus metas, entre otras cosas, porque “ellos estarán mejor”. Algunos afirman que están satisfechos de los resultados obtenidos por sus hijos en el exterior, pero que les gustaría que tuviesen las mismas oportunidadesen su país. Por otro lado, afirman que la situación económica de sus hijos ha mejorado notablemente pero que son sub-empleados por su condición de extranjeros o por no tener la documentación en regla. Muchos padres afrontan situaciones de deterioro de la salud física y mental debido al cumulo de sentimientos que experimentan cuando se ven sin sus hijos en casa o al menos cerca:-Inapetencia o apetito exagerado, provocando laobesidad.-Dificultades para alcanzar el sueño o insomnio.-Problemas cardiovasculares.-Alteraciones del estado de ánimo.-Presión y colesterol alto.-Esconder y negar el sufrimiento.-Aumento del consumo de alcohol (en su mayoría hombres).¿Qué hacer para superarlo?1. 1. Adquiere otros métodos de consumo, nuevos intereses, nuevos vínculoso modificación de los lazos afectivos, busca otras formas de relacionarte. 2. Inclusión a organizaciones solidarias, ejemplo albergar extranjeros en tu hogar mediante convenios, unirte a alguna fundación sin fines de lucro. Ayuda a buenas causas. 3. Cultiva tus intereses y amistades: practica alguna actividad física que te agrade, el yoga es una buena opción, pero puedes elegir la que quieras. Reúnete con tus amistades o con otros padres, lee, reflexiona, ocupa tu mente. 4. Busca en internet padres con hijos en el extranjero y compartananécdotas. Ten siempre presente que tus hijos se fueron para buscar un futuro mejor, no te deprimas, ni decaigas por eso. Comunícate constantemente y usa programas como Skye, para tener conversaciones con ellos a través de las vídeo llamadas. No te obsesiones con recibir una llamada diaria, recuerda que los horarios a veces suelen ser muy distintos. No pienses en que no vas a volver a verlo, por muy pocas que sean las posibilidades, siempre existirá una. Distráete, disfruta, comparte con tus familiares y amigos, lo que más querrá tu hijo en el exterior es verte feliz y no enfermo (a) y/o deprimido. Aunque esto no sea fácil de llevar, si se puede.
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