El aprendizaje desde el asociacionismo
En los últimos años hemos sido testigos de un interés creciente por tender puentes entre la ciencia que investiga cómo aprendemos y la práctica educativa. Por un lado, la comunidad científica ha fijado su atención en cuestiones de especial relevancia para la educación, partiendo del estudio del cerebro y acercándose paulatinamente a los contextos reales en que ocurre el aprendizaje. Por otro lado, la comunidad educativa ha recibido con expectación la posibilidad de apoyar sus prácticas sobre evidencias científicas.
El investigador Ebbinghaus, Pavlov, Thorndike, el precursor del asociacionismo y principio fundamental en la psicológica, se basa en el paradigma científico positivista y en el paradigma psicológico conductual, incorporando sus principales características. Su nombre se debe a que explican el aprendizaje a través de las asociaciones directas entre estímulo y respuesta.
La capacidad de asociación es básica a la hora de poder realizar un aprendizaje. Podemos saber y reaccionar a determinados estímulos debido a que somos capaces de vincular acontecimientos.
Olemos una determinada fragancia y salivamos pensando en que nos espera nuestro plato favorito. Y nos alejamos de una comida que en experiencias previas nos ha tenido vomitando durante horas.
Pues bien, esta capacidad de asociar es innata en el ser humano, en todos los seres humanos, y yo me pregunto y ¿en las personas con discapacidad intelectual tienen esta capacidad de asociar ideas, conceptos, aprendizajes, etc.?. ¿no dependerá dicha función en relación al grado de discapacidad o a que zonas son las que están afectadas?, o también ¿todas las personas que tienen discapacidad intelectual tienen la capacidad de asociar dichas ideas, conceptos, etc.?. y ¿las personas con discapacidad intelectual tienen la capacidad de aprender?.
Según nos dice plena inclusión España: “La discapacidad intelectual implica una serie de limitaciones en las habilidades que la persona aprende para funcionar en su vida diaria y que le permiten responder ante distintas situaciones y lugares. ... Cada una de estas personas tienen capacidades, gustos, sueños y necesidades particulares”.
Es pues, y por lo tanto que por muy pocas capacidades que se tenga, siempre debemos albergar la esperanza de que el aprendizaje o el más mínimo destello educativo se puede dar en dicho colectivo.
Y por ultimo el mismo Ebbinghaus, Pavlov, descubre que el aprendizaje en donde los surcos de las redes neuronales sean profundos, se requiere entre otros un “aprendizaje Haciendo” y yo te pregunto querido lector, ¿qué es el teatro sino eso?
¿Cómo aprendemos?
El investigador David Ausubel, dice que el aprendizaje memorístico hace poco por construir la estructura de la persona, es decir que si se le da al alumno las herramientas que le permitan construir, sus propios procesos para resolver una situación problemática, es decir su vida, dicho aprendizaje será más efectivo.
Según el investigador William Glasser esta la sobre estimulación ejerce una influencia directa en la forma en que las nuevas generaciones de seres humanos aprenden, este considera que ya no es como antes que el alumno se sentaba a escuchar al maestro o a seguir obligatoriamente sus recomendaciones sobre qué hacer, que estudiar o que leer.
Este reconocido psiquiatra consideró que en la actualidad la información fluye a través de todos los ámbitos sociales del estudiante, además de por los medios convencionales de comunicación, hasta las modernas tecnologías como los dispositivos móviles y el internet, que hoy en día se convierten en fuentes inmediatas de conocimientos que ingresan en la memoria y sensibilizan a los alumnos.
Y este descubre que:
•Se aprende un 10% de lo que se lee, es decir, que aunque la lectura tiene múltiples beneficios sobre el desarrollo del intelecto y la creatividad, Glasser asegura que en realidad no se aprende de lo que se lee, pero si sirve para desarrollar otras habilidades y facetas esenciales que están ligadas íntimamente con el aprendizaje.
•Se aprende un 20% de lo que se escucha, aunque el sentido del oído es esencial, también lo es la escucha activa, es decir, que no es lo mismo oír que escuchar.
•Se aprende un 30% de lo que se ve, según Glasser la información que entra por los ojos es muy valiosa y deja huella en nuestra memoria.
•Se aprende un 50% de lo que se ve y se escucha, ya que la unión de ambos sentidos mejoran notablemente la capacidad de aprendizaje. Glasser recomienda que el profesor además de dar la lección de forma oral, la acompañe de imágenes, así a los alumnos les costará menos asimilar los conocimientos.
•Se aprende un 70% de lo que se discute con otros, debido a que cuando se aprende a argumentar se cuenta con una herramienta esencial para el aprendizaje. Dialogar, hablar, preguntar, enumerar, debatir y razonar defendiendo una postura y escuchando la otra, contribuye con la adquisición de nuevos conocimientos y desarrolla a su vez el pensamiento crítico.
•Se aprende un 80% de lo que se hace, es decir, que se aprende de los errores, por lo tanto, es esencial dejar que las personas con discapacidad intelectual en nuestro caso, se equivoquen, descubran, prueben, analicen e identifiquen, para que desarrollen la autonomía y fortalezcan su autoestima, así se verán tentados a buscar nuevos conocimientos.
•Se aprende un 95% de lo que se enseña a otros, porque las relaciones sociales son la base del aprendizaje y se aprende desde el momento en que se es capaz de enseñar esos conocimientos a otras personas.
Por lo tanto si con lo que más se aprende es enseñando y haciendo, ¿que es entonces lo que esta haciendo nuestro sistema educativo?. Como es, que sabiendo que “haciendo y enseñando” es como asimilamos de una manera efectiva lo aprendido, seguimos erre que erre con que si estudias y estudias, y memorizas y memorizas es como serás una persona de provecho.
Francamente se me escapa de toda lógica el sistema de aprendizaje de todo aquel que quiera formarse y avanzar.
Si pasáramos la pirámide de Glasser al mundo del arte y en particular al teatro, nos daríamos cuenta que el teatro se convertiría en una de las mejores herramientas de crecimiento y aprendizaje en el mundo de hoy en día, ya que el teatro nos obliga a corporizar y vivir como propias las acciones, emociones, interacciones, etc. de una historia que queramos contar. El teatro nos obliga a utilizarnos como ejecutor nos obliga a proyectar en nuestro propio ser la tarea a realizar, es decir el personaje.
Es ineludible que la acción nos deja un pozo más profundo con la experiencia de haber vivido aquello que se aprende, y es por ello que las artes escénicas cobran un gran valor para el desarrollo humano. Y no menos en las personas con discapacidad intelectual, ya que si dicha discapacidad intelectual nos habla de que esta es, entre otras cosas, el deterioro cognitivo, pues mucho mejor nos lo pones ya que el aprendizaje de este colectivo indefectiblemente pasa por la acción, por el hacer, el realizar, representar y por lo tanto construir.