Revista Psicología

Cómo aprender a gestionar la culpa

Por Mundotlp @MundoTLP
gestionar la culpa






“Si el sentimiento de culpa fuera un bicho, sería un pulpo. Todo viscoso y retorcido y con cientos de tentáculos que se te enroscan en las tripas y te las aprietan fuerte.”A raíz de la última película de Pixar “ Del revés” se ha puesto de moda hablar de las emociones, sobretodo de las denominadas Emociones PrimariasAlegría, tristeza, miedo, asco, sorpresa e ira. Se les llama así porque emergen desde los primeros momentos de vida y son universales. Además, cada una ellas desempeña un papel fundamental en nuestro ajuste emocional.
Pero existen otras, las llamadas secundarias o autoconscientes, que son fruto de la socialización y de la evaluación que realizamos del propio Yo. Entre ellas, además de la vergüenza y el orgullo, se encuentra La Culpa.La Culpa nace del juicio que realizamos de nuestras propias acciones, y va a determinar la dirección que toman algunas de nuestras conductas: Con el sentimiento de culpabilidad nace la necesidad de reparar de algún modo la falta y actuamos en consecuencia. Si añadimos, además, que la culpa tiende a asociarse con la empatía, podríamos pensar que es una de las emociones más adaptativas que existen.Pero ¿Es así en realidad?¿La culpa es positiva o nos hace sufrir?. Para responder estas cuestiones tenemos que diferenciar dos tipos de culpa:
  • La Culpa Freudiana que se alimenta de la ansiedad que produce la transgresión de alguna norma moral y que implica agresividad bien dirigida a uno mismo bien dirigida a otros.
  • La Culpa empática que surge cuando la persona siente empáticamente el dolor ajeno y se percibe como la causa de dicho dolor. Esto le ayuda a tomar conciencia del poder que tiene para hacer daño y de la posibilidad de repararlo.
Pues bien, es la Culpa Freudiana la que daña, no sólo porque a través de la proyección de nuestro sentimiento de culpa sobre los demás los culpabilizamos y somos capaces de agredirles, sino también porque nos convertimos en seres absolutamente manipulables, sometidos a las demandas de los demás en cualquier ámbito de nuestra vida.

Cómo Trabajar la culpa

1. Tienes en cuenta que esta emoción nace de las propias exigencias, de los “debería” heredados parental y socialmente que no cumples por ser demasiado exigentes o porque tienes unas expectativas demasiado altas que minan tu autoestima, quizá, un buen comienzo para sentirte mejor consistiría en transformar esos “Debería” por “Podría si quisiera”. Por ejemplo, eliminar ese “Debería ponerme a dieta” que a casi todos nos persigue por “Podría, si quisiera, ponerme a dieta”.2. También puedes tratarte mejor. Quererte más. Si eres capaz de consolar a una amiga o amigo que ha metido la pata hasta el fondo ¿Por qué no te tratas igual?.3. Prueba a hacer una lista con todas las faltas horribles que has cometido y consideras que son imperdonables. Léelas detenidamente:
    • ¿Alguna acción se puede reparar? Arréglala.
    • ¿Alguna otra no tiene solución? Quizá puedas equilibrar la balanza ayudando a otras personas que han pasado por lo mismo, y sobre todo, analiza y aprende de la experiencia para no volver a cometer el mismo error.
    • Intenta siempre entender que cada acto que realizas no lo puedes analizar aislado. Siempre viene determinado por el contexto, la madurez alcanzada y el nivel de conocimiento que tenías entonces. Perdónate.

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