El estrés crónico reduce tu calidad de vida. Su pariente, el estrés intermitente,por contra, puede ser un aliado para desarrollar tus habilidades y generar ideas y soluciones que en un entorno muy tranquilo nunca hubieran surgido. La innovación suele tener su raíz en una situación de estrés cuando se necesitaba una solución alternativa inmediata.
Ejercicios para tu músculo de la innovación
“Lo que no te mata, te hace más fuerte.” Este refrán existe de una u otra forma en todos los idiomas. La sabiduría popular sabe que crecemos a base de esfuerzos extraordinarios. Para fortalecer un músculo tendrás que llevarlo al límite para que después de la recuperación esté más fuerte. Tu fuerza de voluntad, tu creatividad y tus hábitos también son músculos que requieren entrenamiento regular.
Regular no significa constante. El tiempo de reposo es igual de importante que el ejercicio. Además, igual que en una rutina de ejercicios, tendrás mejores resultados si utilizas un mínimo de organización. Introducir una dosis de estrés intermitente regular en tu dieta creativa, te ayudará a rendir más y obtener resultados de mejor calidad.
Cómo generar estrés intermitente
La belleza del estrés intermitente es que lo puedes generar tu mismo cuando lo necesitas. Como mínimo necesitas crear una fecha límite o comprometerte públicamente en conseguir tu objetivo (o ambos).
La fecha límite: en inglés se llama “dead line” – línea de muerte. Curiosamente, cualquier tarea se termina exactamente 3 minutos antes de la fecha límite. Lo conocerás de tu trabajo o de tus estudios: al último momento movilizas una energía creativa tremenda para poder entregar el trabajo justo a tiempo. Lo mejor: funciona con las directrices de tu jefe, y también funciona con las fechas autoimpuestas. Así que saca el calendario y planifícate.
El compromiso público. Puedes anunciar a todos tus amigos que vas a correr una media maratón, o puedes pactar con una amiga que la llamarás cada mañana para levantaros más temprano. Con o sin fecha límite, el compromiso público tiene un poder movilizador importante. No querrás defraudar a tus amigos ni quedar mal frente a los colegas del trabajo. Así que cuando temes que tu fuerza de voluntad no es suficiente: comparte tus intenciones.