Revista Ciencia

Cómo aumentar o disminuir el valor de un refuerzo para el perro

Por Ricardo Antón Alonso @Dogguau_Bilbao

Cuando practicas con tu perro usando, por ejemplo, la comida, estás generándole una expectativa de conseguir su objetivo (comida) y le enseñas o aprende cómo conseguirlo. Puede que no sepas que la relación entre la conducta y el estímulo presente, y cómo establezcas esta relación modifican la percepción y/o valor para el perro del reforzador que estés usando en ese momento. En este artículo vas a conocer cómo aumentar o disminuir el valor del reforzador que utilices:
Dependiendo de la manera de usarlo, frecuencia y tipo de refuerzo generarás una mayor sensibilización (aumentar) o habituación (disminuir) al refuerzo.

  • Sensibilización: el perro deseará cada vez más la recompensa subiendo la expectativa de recibirla dándole un mayor valor.
  • Habituación: el perro le dará un menor valor al refuerzo bajando su motivación a través de un proceso de habituación a la recompensa.

Cómo aumentar o disminuir el valor de un refuerzo para el perro

A) CÓMO AUMENTAR EL VALOR DEL REFUERZO (SENSIBILIZACIÓN)

- Poniendo la conducta que estés practicando en un proceso de reforzamiento variable: ante la misma conducta el perro a veces obtiene lo que quiere y otras no.

- Usando un mismo tipo de refuerzo una y otra vez en su entrenamiento.

- Utilizando reforzadores condicionados (clicker).

- Recompensando conductas aproximadas a las conductas objetivo que quieres enseñar.

- Provocando estados de privación del reforzador (disminuyendo la cantidad de comida diaria del perro para que muestre mayor interés por los premios o no jugando nunca a la pelota y que sólo aparezca en las sesiones de aprendizaje) aumentarán la motivación del perro por el reforzador.

Estos recursos te pueden ayudar a practicar con el perro con estímulos positivos con poco interés hacia ellos o generar una mayor motivación hacia el reforzador más adecuado o preferido para cada adiestramiento.

El exceso de sensibilización tiene efectos negativos: aunque se consigue una máxima implicación del perro y ayuda a que ignore los múltiples estímulos del entorno, sobreactivar al perro y sensibilizarle, en especial a la pelota y al mordedor, hará que tengas un perro adicto. Es decir, tendrá la necesidad de generar conductas para conseguir lo que quiere cuando aparece el reforzador o la expectativa de conseguirlo.

B) CÓMO DISMINUIR EL VALOR DEL REFUERZO (HABITUACIÓN)

- Poniendo la conducta que estés practicando en un proceso de reforzamiento contínuo: el perro consigue lo que quiere todas las veces que realice la conducta (recompensando al perro en todas las ocasiones que realiza la conducta es más sencillo, cuando el ejercicio esté asimilado, retirar el refuerzo individual (comida) utilizado y pedirle que lo realice con refuerzo social).

- Bajando su motivación de impulso o las ganas del perro de hacer algo (dejándole comer todo lo que quiera antes de una sesión de aprendizaje usando la comida como refuerzo o dejarle que juegue largo tiempo con la pelota utilizándola luego como recompensa).

- Dándole al perro el refuerzo de manera aleatoria, sin asociarla a ninguna conducta en concreto. Disminuye la expectativa del perro sobre lo que va a conseguir llevándole a abandonar la realización de conductas para conseguir el refuerzo.

Te puede interesar bajar el valor del refuerzo cuando tienes un perro con tendencia a la adicción u obsesión por un determinado estímulo o tipos de estímulos (pelota), y también cuando el perro se excita demasiado en las sesiones dificultando la puesta en marcha de procesos de aprendizaje cognitivos en su cerebro.

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