Desde hace semanas, incluso meses en algunos comercios, los turrones, mazapanes, polvorones y demás dulces de Navidad vienen exponiéndose en los estantes de los supermercados...
Desde hace unos años y probablemente como un elemento favorecedor de las ventas en los comercios, los consumidores tenemos que lidiar con la provocación de suculentas tentaciones que parecen indicar la línea de salida hacia las fiestas navideñas y algo común a la mayoría de ellos es una enorme densidad calórica, mucho azúcar, pocos nutrientes y ese sabor que hace difícil que podamos picar solo un trocito.
Algunos datos curiosos sobre los distintos dulces navideños
- La ración recomendada de turrón, polvorón o mazapán suele ser de entre 25 y 30 gramos. Asumimos en cualquier caso que pocas personas son capaces de comer solo un trocito de turrón cuando tenemos la tentación delante. Con que comamos unos tres o cuatro trozos es muy fácil que lleguemos a los 100 gramos de producto.
- De entre todos los dulces navideños que hemos nombrado, el que tiene una mayor cantidad de azúcar es la fruta escarchada o fruta confitada. A la fructosa que ya contiene la fruta hay que sumarle todo el azúcar blanco que la va recubriendo, pudiendo llegar fácilmente a los más de 80 gramos de azúcar por cada 100 gramos de producto.
- El dulce navideño más saludable parece ser el turrón duro o turrón de almendras. Su aporte calórico es similar al de otros dulces, pero nos ofrece una mayor cantidad de proteína, grasas saludables y fibra (al fin y al cabo las almendras son frutos secos).
- La porción recomendada de roscón de reyes suele ser de unos 100 gramos, pero hay que tener en cuenta que los valores nutricionales cambian en el momento en el que introducimos diferentes rellenos de nata, trufa, crema..
¿Qué podemos hacer para que los dulces navideños no nos pasen factura?
Comer cualquier cosa pensando en luego tendremos que recurrir a la dieta o el ejercicio es una muy mala idea: somos muy rápidos ingiriendo calorías y bastante poco eficientes eliminándolas. Además también hay que saber disfrutar un poco de los placeres navideños.. Por eso, lo mejor que podemos hacer, sobre todo para no obsesionarnos con el hecho de si vamos o no a subir de peso durante la Navidad, es limitar el consumo de estos dulces a unas ocasiones concretas.
A pesar de que en los supermercados lleven ya meses vendiendo turrón, en primer lugar recordar que nadie nos obliga a comprarlos y tampoco pensemos que se vayan a acabar, afortunadamente tenemos un escaparate amplísimo de productos navideños que muchas veces ni sabemos apreciar. Podemos restringir su consumo a los días festivos, donde podremos degustarlo con cierta moderación, siendo conscientes de lo que estamos comiendo. De esta manera los dulces navideños no pierden su carácter de ser "algo especial" y podremos comerlos sin remordimientos.
Tomar un día de descanso, comer o cenar en familia y terminar la cena con un brindis y un trozo de turrón no va a hacer tirar por la borda la dieta del año.Ciertamente, si empezamos muy pronto con estos manjares navideños, cuando lleguen las veladas realmente señaladas estaremos saturados y empachados; por ello la moderación y el ser comedidos nos lleva con seguridad a alcanzar la meta de salida antes de que nos pille la tan sufrida cuesta de enero. También es recomendable mantener durante estos días una rutina de ejercicio, tal vez puede ser una buena idea volver caminando a casa desde el trabajo y aprovechar para ver el ambiente navideño con sus luces de neón.
Los orígenes
Este producto, cuyo nombre viene de la palabra 'torrar' -asar- y procede del término en latín 'torrare', puede tener una procedencia árabe, ya que la almendra y la miel ya se usaban como ingredientes en Al-Ándalus para elaborar dulces. Las primeras referencias escritas datan del siglo XIV, cuando ya se extendió la costumbre de tomar turrón en Navidad.
En zonas como Alicante o Jijona comenzó su producción industrial, siendo España el mayor exportador del producto. La variedad del turrón de chocolates nació tras la Guerra Civil, siendo actualmente la favorita para los consumidores.