Revista Sociedad

Cómo combinar el plan de vida laboral con el familiar

Publicado el 11 marzo 2013 por Menteinquieta @CeciliaDiazGa
El ser humano actual tiene muchas cosas que hacer en su día a día. Este anuncio es un ejemplo de la forma de vida que hemos creado en la que a muchas personas les faltan horas al día para hacer todo lo que se le exige de ella, pero termina con un mensaje que en mi opinión nos invita a cambiar esta situación de agobio: "¿Harás caso a todo lo que se dice?"

Considero que el ser humano tiene 2 ámbitos de su vida básicos, a parte del ámbito personal. Estos son el familiar y el laboral:
En el ámbito familiar, oigo casos de parejas que han renunciado a tener hijos porque no tienen tiempo ni para ellos mismos. Parejas fabulosas que se acaban separando porque apenas se veían o se habían distanciado. Abuelos criando a sus nietos porque sus padres están trabajando y solo les ven a la hora de levantarlos o de llevarlos a dormir. Por no hablar de la generación sándwich, y de la emancipación a los 40.
En el ámbito laboral, hay personas que con menos horas se les exige que hagan el doble de tareas, por recortes de personal, por la presión de mantener su puesto de trabajo o de ascender. Hasta muchos se plantean el tomar algún estimulante para aguantar la jornada. Se habla mucho de estrés, el consumo de ansiolíticos se dispara, queremos ir más deprisa con el coche... Atascos, prisas, aprender idiomas y dominar las redes sociales y mantenerse informado.
¿Y cómo combinar estos dos ámbitos? Pienso que es una asignatura pendiente en nuestra sociedad. En tiempos de nuestros padres y abuelos lo tenían más o menos claro, pero a costa de que la mujer renunciara a su carrera laboral y el hombre renunciara a ver crecer a sus hijos.  Pero está claro que no queremos esa solución y hemos dado el paso a una nueva sociedad, ¿pero cómo nos organizamos? Mientras no encontremos un nuevo equilibrio pienso que seguiremos en el limbo. ¿Quizá por eso no salimos de la crisis?, ¿quizá por eso se habla del fin de una era? Yo creo que sí, porque hasta ahora hemos puesto parches:
- ¿No hay tiempo para cocinar?
- Comida rápida, precocinada o a casa de los padres.
- ¿No hay tiempo para limpiar?
- Pagarle a una asistenta aunque sea sin contrato.
- ¿No hay tiempo para los hijos?
- Dejarlos con los abuelos, apuntarlos a actividades extraescolares y pedir que no les pongan deberes.
- ¿No hay tiempo para buscar pareja?
- La buscamos por internet y nos ahorramos el engorro de conversar cara a cara.
Todo parches. Soluciones rápidas en las que la cultura del consumo se frota las manos. Buscamos la pastilla que nos alivie a corto plazo para seguir con nuestro ritmo de vida frenético y además los niños aprenden esta forma de vida, que a mi parecer en su mayor parte es antinatural.
Se me ocurren muchas razones por las que buscar soluciones y no parches, pero para no alargar este artículo más de la cuenta, comparto este argumento. Muchos conocemos el refrán que dice "El que mucho abarca, poco aprieta" y creo que hoy en día esta frase cobra mucho sentido. Esta forma de vida, llena de parches y soluciones rápidas nos lleva como poco a la mediocridad, si no llega en muchos casos a trastornos de ansiedad y otras enfermedades.
Mediocridad es hacer las tareas pronto y rápido para llegar a todo, repartir nuestro esfuerzo en tantas cosas que hacer que no hay tiempo ni de reflexionar, ni de reparar, ni de pensar.
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Por último, quería compartir una canción de Mecano, que ya sonaba por el año 98 y habla de este mundo artificial que, en mi opinión, condena al ser humano a una vida entera en el limbo.

¿Qué se os ocurre que podamos hacer?
Gracias por parar a leer. Espero que te haya sido útil y que entre todos evolucionemos a una sociedad más feliz, con más paz y equilibrio para todos los seres vivos. ¡Un abrazo!

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