Cómo comenzar a meditar en casa

Para comenzar a meditar debemos tener en cuenta de que la meditación no debe ser algo forzado, si es forzado, se malogra desde el principio. La mente tiene una capacidad natural para meditar si le das objetos que le sean atractivos. Cualquier cosa que disfrutes puede llegar muy profundo en ti. La idea es que cuando se encuentre el método o el tipo de meditación, se realice una vez al día o si es posible dos veces, mientras más veces se haga, más veces se disfrutará, y debe hacerse mientras veamos que tiene el sentido necesario, si se llega a perder ese gusto, esa sensación de éxtasis, es bueno probar con otro tipo de meditación.

El otro punto importante es dónde meditar, y para eso se recomienda en lo posible, crear un lugar especial, un pequeño “templo” o rincón en la casa donde se pueda meditar diariamente y no usar ese rincón para ningún otro propósito. El ambiente creará una vibración particular, una atmósfera particular en la cual podrás ir más y más profundo con mayor facilidad. Si se puede escoger una hora constante para meditar es ideal, porque cuerpo y mente son un mecanismo. Si no estás en un lugar con silencio es bueno utilizar cierta música que pueda llevar a un estado de relajación, no debe ser con un volumen alto, sólo algo que pueda llevar a tu mente a un lugar de tranquilidad, y también es muy positivo prender un incienso o quemar un poco de aceite, con alguna esencia que para el gusto de cada persona sea el necesario para poder relajarte.

Mantén siempre, en lo posible, una postura con la columna derecha, sentado en un cojín, lo idealmente alto como para poder entrelazar las piernas sin problemas, y que estés cerca del suelo. Por último es muy importante ser los más natural y relajado que se pueda estar al momento de realizar la meditación, no debe importar el si te estarán mirando, o el qué dirán, y si eso distrae a tu mente, entonces resérvate ese espacio, es rincón para ti, y véndate los ojos, ya que siempre trataremos de ver que pasa a nuestro alrededor para saber si alguien más nos está mirando.