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Cómo cometer el atraco perfecto

Publicado el 05 mayo 2016 por Anionce

Me encantan las películas de atracos. ¿Y a quién no? Suponen un gran acontecimiento: normalmente te pones de parte de los malos y deseas con todas tus fuerzas que terminen llevándose el dinero. Lo vives y lo disfrutas como si te fuera a tocar una parte del botín. El problema es que no siempre consiguen salirse con la suya...

Lo más importante a la hora de planear un atraco es que tu equipo sea de fiar. La dolorosa verdad es que en realidad no te puedes fiar de nadie; es triste, pero cierto. Porque aunque parezcan todos criminales normales y decentes, cuando llega el momento, se revela su naturaleza.

En tu grupo siempre te encontrarás al típico atracador violento al que de repente se le va la olla con los rehenes en plan asesino en serie. Hace gala de su sensibilidad diciendo cosas como: "No me provoques, maldito hijo de puta, o te vuelo la cabeza", deja a un par de víctimas inconscientes y asegura que todos los rehenes son "prescindibles" y "daño colateral".

Cómo cometer el atraco perfecto

Luego tenemos al blandengue, un chaval muy joven, sin experiencia en atracos, que está ahí porque es el hermano pequeño de otro miembro del grupo (porque los enchufes no solo contemplan los empleos dentro de la ley). Él quiere ser un tipo duro y temible, pero no lo termina de conseguir. Nada más empezar, se enamorará perdidamente de una de las prisioneras y pondrá en peligro toda la operación al entregarle las llaves para quitarse las esposas.

Pero el peor, sin duda, es aquel que creías tu mejor amigo y termina traicionándote sin piedad. No importa si os criasteis en Woodrow Lake, fuisteis vecinos durante quince años y vendisteis juntos galletitas de los Boy Scouts. Cuando el dinero se mete de por medio, toda amistad que se precie se pone a prueba. Y Jimmy tampoco tiene la culpa de haber acabado endeudado hasta las cejas, ¿no? Él estaba seguro de que su negocio de cigarrillos eléctricos iba a convertirle en millonario. Al fin y al cabo, era una "apuesta segura", nada podía fallar. Pero lo hizo. Y entonces, su parte de los 10 millones le pareció una nimiedad. Él quería más. Así que Jimmy finalmente se destapa: "Lo siento tío, no es nada personal. ¿Lo entiendes verdad? Sin rencores.", se disculpa antes de dispararte en la pierna y largarse con el dinero que ibas a utilizar para pagar la universidad de tu hija mayor.

Otro detalle a tener en cuenta si queremos atracar un banco de forma exitosa es asegurarnos de llevar puestas unas máscaras originales. Cuanto más extravagantes, mejor: mis favoritas son las Barbies en 'Ingenuas y peligrosas' y las monjas creepy de 'The Town'. De esta manera no engañamos a nadie: todo el mundo sabe a qué hemos venido y nadie nos podrá reconocer nunca (bueno, a las de 'Ingenuas y peligrosas' las reconocen porque no se les ocurre otra cosa que realizar su numerito de animadoras en mitad del atraco). Y no, no te dejes convencer por un guapo rehén que asegura querer conocerte más a fondo. Es una trampa.

Cómo cometer el atraco perfecto

Hablando de rehenes, no te preocupes demasiado por ellos: por muchos bancos que atraques a lo largo de tu vida, siempre te toparás con el mismo tipo de víctimas. Está el líder carismático que intenta calmar a todo el grupo y casualmente había sido policía/guarda de seguridad, el malote deslenguado que no se deja acobardar y termina asesinado por el atracador-asesino-en-serie, la mujer inteligente y manipuladora, la embarazada que se pone de parto en mitad del atraco, la abuelita en apuros que empieza a encontrarse mal y el niño que al final los salva a todos gracias a su perspicacia.

Por último, es indispensable no perder nunca de vista el dinero. ¿A cuántos atracadores hemos visto abrir su maletín al final de la operación para encontrarse con una enorme colección de billetes del Monopoly? ¿Os imagináis una humillación así?


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