Los seres humanos necesitamos dormir un gran número de horas al día para poder estar en condiciones. Y cuanto más pequeños somos, más horas son necesarias. Lo que nos dice la importancia de conseguir que nuestros niños consigan dormir bien. Además es importante que se alcance un sueño profundo y no nos despertemos cada 5 minutos ya que evidentemente el descanso no será igual. Y a la larga lo notaremos. En el blog de British Bubbles, vamos a ver algunos trucos o métodos que podemos aplicar en el caso de que nuestro bebé o niño no sea capaz de dormir toda la noche del tirón. Lo que puede suponer además de que el niño no descanse bien, de un agotamiento por parte de los padres, lo que supone una irascibilidad y descolocamiento durante el día.
Dormir por la noche.
En otra ocasión hablábamos de los diferentes instintos humanos de los bebés y como gracias a ellos somos capaces de sobrevivir en un mundo tan hostil. Después de millones de años de existencia el cuerpo se ha acostumbrado a una serie de rituales que ahora son difíciles de cambiar. Y uno de ellos, consiste en dormir por las noches. Esto es debido a que en tiempos remotos, no contábamos con luz artificial, lo que limitaba en gran medida las actividades que el hombre podía hacer durante la noche. Ocupando así ese tiempo para domir. No es algo raro, ya que prácticamente todos los animales han seguido los mismos pasos, aprovechando la noche para dormir plácidamente.
Como decíamos, cuando un bebé nace. Necesita muchas más horas de sueño que una persona adulta. Y este número irá bajando paulatinamente con los años. Así por ejemplo no es raro que un bebé duerma más de 14 horas al día.
Pero, ahora nos viene lo más complejo de todo. Cada niño es diferente a los demás. No tiene nada que ver unos con otros. Incluso en casos muy similares, puede que el mismo remedio
no funcione de igual manera para unos que para otros.Hasta el momento seguro que has leído libros en los que tienen un método milagroso para conseguir que el niño duerma. Pues lo siento si te habías hecho ilusiones. Pero no es así. Lo que a unos les funciona puede que no lo haga con tu niño.
Hay en particular un libro que ha sido durante años una guia para enseñar a dormir a un niño. En el nos enseñan como ignorando su llanto el niño conseguirá dormir. Totalmente cierto. Pero desde luego no pueden decirnos que están enseñando a dormir. El hombre es un ser de costumbres y según sus vivencias se acostumbra a unas cosas. Así por ejemplo, si el niño llora es por que está esperando que vayamos a ver que ocurre, aunque sea para jugar o por mimos. Si el niño día tras día no ve una reacción ante su llamada. Dejará de llamar (llorar). ¿Ha aprendido a dormir el niño? Evidentemente no. Ha aprendido a que por la noche aunque grite no va a tener a nadie que acuda.
Las fases.
Los niños se mueven por fases, que tienen que pasar. Aunque cada uno las pasa de una forma. Así conocemos la fase del no, la fase de mio, celos si tiene hermanitos. No todos las afrontan de la misma forma. Pero por suerte suelen ser fases que pasan con el tiempo. Así en muchos casos cuando nuestro niño no duerme bien es temporal y es cuestión de tiempo que se vuelva a colocar su cabecita y vuelva a dormir del tirón toda la noche. Al igual que empezó se irá. Sin embargo si estamos empleando un método achacaremos que ha sido gracias al método. Siendo nuestro verdadero salvador. Y ha sido simple casualidad.
Lo más fácil.
En otra vertiente totalmente diferente, tenemos el colecho. Para mi la opción más fácil y cómoda. Aunque no la mejor para el futuro del niño. No os confundáis. Adoro el colecho y lo practico en cuanto puedo. Pero, desde luego no es el método para conseguir que el niño duerma toda la noche del tirón. Lo que conseguiremos es una dependencia especial del niño hacia ello. De hecho conozco casos en los que el niño de más de 9 años, no ha podido ir a campamentos por que es incapaz de dormir solo en su cama. Algo muy triste para un niño. (Evidentemente no le pasa a todos los niños que practican el colecho, otros al mes quieren dormir en su propia cama).
La solución para dormir todos
Y aquí es donde está lo más importante. No sigas ningún método preestablecido. Sigue tu instinto. Tu eres la que de verdad conoce a su niño y ve las necesidades que tiene. Evidentemente si ves que tu niño depende en exceso de ti, no lo potencies. Intenta dejarle más libertad, pero no solo a la hora de dormir. Ve poco a poco, y si has empezado con el
colecho, trata de acostumbrarle a dormir al principio en la cuna. Será muy difícil pero ten paciencia. Acompaña primero al niño en la habitación con contacto en su propia cuna hasta que se duerma. Y poco a poco ve aumentando las distancias. No pasa nada por que un niño llore un rato siempre que lo tengamos controlado. Pero evidentemente no le vas a dejar llorar durante media hora seguida sin ver como está.
Algo que cuesta mucho pero que debemos hacer y que será solo un periodo es levantarnos a ponerle el chupete. Antes de aprender a ponérselo el. Puede ser uno de los principales motivos por los que el niño se despierte. Por que se desvele un momento y no tenga el chupete. Lo que provoca que llore. Es muy fácil si tenemos al bebé en la cama y tan solo tenemos que ponérselo sin ni siquiera despertarnos, algo muy cómodo cuando nuestro niño se despierta durante horas cada cinco minutos por este motivo. Pero creo que no es la forma. Pude ser para algún día que estemos más agotados. Pero vamos a potenciar algo que a lo mejor luego le es perjudicial.
Lo ideal es que en cuanto le escuchemos nos levantemos y le vayamos a ponérselo. De hecho, haciendo la prueba en la guardería, los niños desde que empiezan a quejarse hasta que de verdad se despiertan pasa casi un minuto. Con lo que tenemos tiempo de sobra para llegar antes de que se haya despertado para que no note nuestra falta en absoluto. Se que es algo duro ya que podemos estar acostándonos y levantándonos una y otra vez a lo largo de toda la noche. Pero el bebé ni notará nuestra falta y se irá acostumbrando. Por lo general, esto no suele durar más de un mes. Aunque se convierte en un mes muy duro sin dormir. Lo que nos incita más y más a meterle en nuestra cama.
Y si no tiene sueño.
En ocasiones se despiertan por terrores nocturnos o por pesadillas, por la caida del chupete, un ruido fuerte… Pero, otro motivo común, es la falta de sueño. Algunos niños pasan por una fase en la que a una hora concreta de la noche se desvelan y lo único que quieren es jugar. Lo que nos descoloca un poco. Y la pregunta es ¿Qué podemos hacer?
Tener paciencia y esperar que se les pase sería una opción. Pero vamos a intentar adelantar la fase. Lo primero que debemos hacer es analizar sus horarios. ¿Duerme mucho por el día?¿Se acuesta muy pronto? ¿hace una vida muy sedentaria? Una vez respondamos a estas y otras preguntas sobre el sueño del bebé. Debemos tomar medidas. Por ejemplo alargar un rato la hora de acostarle, a ver si funciona. Cada método que utilicemos lo haremos durante 3 días seguidos y veremos como reacciona el bebé o el niño. Podemos ir más rato al parque para que acabe más cansado, probar a darle un bibe pequeño por la noche a ver si con la toma coge el sueño mejor. Dedicar un rato antes de acostarle a estar los dos relajados escuchando música tranquila. Todo irá en función de nuestro niño.