Artículo escrito por Javier Sanchez autor de Ventura Sensitiva
En un mundo en el que predomina el ruido, en un mundo donde el estrés y la ansiedad casi nos superan, el silencio puede ser un buen aliado para ti cuando quieras desconectar de todo y pasar tiempo contigo mismo.
La mayoría vivimos en ciudades donde el trabajo y los estudios no nos permiten estar relajados demasiado tiempo, y la rutina se apodera de nuestras vidas hasta tal punto de querer mandarlo todo a paseo.
Un día me di cuenta de que todo a mi alrededor se movía demasiado deprisa, no me dejaba respirar y mucho menos pensar en otra cosa que no fuera tener que estudiar o trabajar. Pero todo eso cambió cuando decidí controlar esos tiempos en mi vida, tiempos en los que el silencio ha pasado a ser una práctica habitual para poder desconectar del mundo.
Comencé a buscar espacios silenciosos y a comprender el atractivo del silencio, todo lo que podía ofrecerme y no conocía. Además, me topé con unos cuantos estudios sobre el silencio que están relacionados con la mente y la salud, y me sirvieron para apoyar esta teoría. Por supuesto, lo compartiré contigo para que veas lo que el silencio puede hacer por ti y todavía no lo sabes.
En este artículo quiero explicarte en qué consiste el silencio, cuáles son sus beneficios y cómo puedes ponerlo en práctica para mejorar tu calidad de vida. Espero que te sirva de ayuda tanto como me ha servido a mí, y que descubras que tu día a día puede ser un poquito más agradable a través del silencio.
¿Qué es estar en silencio?
Para mí, una buena explicación de qué es estar en silencio podría ser esta:
“Estar en silencio supone no hacer caso de la realidad y concentrarse en apagar todo lo perjudicial de tu vida. El silencio ayuda a estar relajado, incluso a poner en orden las ideas más problemáticas. Puede ser útil para descubrirte a ti mismo y encontrar esa energía positiva que te falta”.
Sin embargo, déjame añadir que hay un tipo de silencio en el cual tu mente debe estar totalmente callada. Es un silencio que viene a ti cuando dejas de controlar tu cuerpo, dejas de pensar en todo lo que sucede por tu cabeza. Este silencio es más complicado de lograr, pero no por ello imposible.
Verás, cuando uno está en silencio y a pesar de ello sigue pensando en ciertas cosas, distrae toda la energía útil y pierde la verdadera esencia del silencio.
Para comprenderlo, piensa en la mente como alguien que te controla totalmente, es decir, tú eres esclavo de tu mente. ¿No es cierto que actúa en todas nuestras acciones? ¿No es cierto que si no comprende algo en su totalidad, lo acaba negando y eliminando?
Presta atención a esto y logra dominarla aunque sea de forma breve. Por ejemplo:
- No fuerces el silencio y siéntete receptivo, es decir, no pienses en ello ni en querer controlarlo.
- Medita por la noche antes de dormir, con la luz apagada y sentado sobre la cama.
- No hagas nada, pierde la capacidad de mover tus brazos, tus piernas, etcétera.
Para lograr el silencio de una forma mucho más sencilla, te invito a que eches un vistazo a mi artículo sobre cómo evitar los problemas mediante la relajación y el yo. Para ser más concreto, lee el aparatado dedicado al silencio, donde te cuento lo que yo hago para encontrar el silencio más absoluto. Es sencillo, y te animo desde aquí a que lo pongas en práctica cuando quieras.
Silencio y relación con la mente
Aprendiendo sobre el silencio, pude encontrar varios estudios que indican cierta mejora en nuestro cerebro y alguna de sus capacidades.
Por ejemplo, en este estudio los científicos encontraron que cuando los ratones fueron sometidos a dos horas de silencio por día, desarrollaron nuevas células en el hipocampo. El hipocampo es una región del cerebro asociada con la memoria, la emoción y el aprendizaje.
Otros estudios han demostrado que incluso cuando el cerebro estaba “descansando”, conseguía mantenerse activo evaluando información, o era más efectivo cuando uno autorreflexiona sobre sí mismo más que durante el pensamiento del autoconcepto o el pensamiento sobre la autoestima, por ejemplo.
Cuando uno no se distrae con el ruido o las tareas orientadas a los objetivos, parece que hay un tiempo de silencio que permite procesar las cosas de manera mucho más imaginativa y consciente.
Durante estos tiempos de silencio, tu cerebro tiene la libertad necesaria para descubrir su lugar en tu mundo interno y externo.
Como dijo una vez Catón el Viejo, “a nadie perjudicó el haber guardado silencio”.
Demasiado ruido
Como ya he dicho al principio de este artículo, nuestro mundo se basa en el ruido. Por ruido me refiero a redes sociales, exceso de información, trabajo, estudios, etcétera.
Pero además de ese ruido, está el de la contaminación acústica (música demasiado elevada, vivir en pleno centro, cerca de una estación de tren…), que perjudica nuestra capacidad cognitiva, esto es, capacidad de realizar tareas mentales en el trabajo o la escuela, por ejemplo.
También puede ser la causa de la disminución de la motivación y un aumento en la toma de errores. Las funciones cognitivas más afectadas por el ruido son la atención en la lectura, la memoria y la resolución de problemas.
Aun así, es posible mejorar nuestra capacidad cognitiva a través del silencio. Prueba a estar en un ambiente con niveles más bajos de ruido para poder “recuperar” algunas de tus capacidades cognitivas. En silencio el cerebro es capaz de encontrar lo que se ha “perdido” a través del exceso de ruido.
Lo que puede hacer por tu salud
Cuando llevamos una vida tan ajetreada, en el que apenas paramos a pensar en nosotros mismos, el estrés y la tensión pueden ser factores negativos para nuestra salud.
Si vives en un ambiente muy ruidoso, es probable experimentar niveles elevados de hormonas del estrés. Por eso es recomendable, de vez en cuando, salir de la ciudad y buscar sitios mucho más tranquilos, donde puedas estar en contacto con la naturaleza y poco más.
El silencio parece tener el efecto opuesto del cerebro al ruido. Mientras que el ruido puede causar estrés y tensión, el silencio libera la tensión que se establece en el cerebro y el cuerpo.
Un estudio publicado en la revista Heart descubrió que dos minutos de silencio pueden resultar aún más relajantes que escuchar música “tranquila”.
4 trucos o formas de practicar el silencio
- Siéntate, en un sitio cómodo, y presta atención a tu mente. Sigue sentado, y poco a poco, ten presente el silencio. Durante 15-30 minutos al día, siéntate y escucha el silencio. ¿Lo oyes? Exacto, no oyes nada, no piensas en nada porque estás completamente en silencio.
- Escucha el sonido de tu alrededor, pero no pienses o relaciones esos sonidos con algo concreto. Simplemente, limítate a escucharlos. Poco a poco, tu mente escuchará ese sonido, pero no lo tendrá en cuenta, no fijará su atención en él.
- Relájate y empieza a pensar en algo concreto. Después, no prestes tanta atención a ese pensamiento y deja de hacer ruido en tu mente. Sin embargo, poco a poco ese ruido cambiará a uno más profundo, el de tu interior. Una vez que alcances ese sonido, habrás alcanzado el silencio más profundo.
- Crea un mundo aparte, un mundo donde reside el silencio. ¿Cómo? Empieza pensando en una playa, el ruido de las olas, la gente que se baña en ella. Después, haz desaparecer a esa gente, todo lo que rodea la playa. Ahora solo estás tú, ahora te encuentras buceando por sus aguas, adentrándote en lo más profundo… adéntrate todo lo que puedas hasta que llegues a un mundo totalmente distinto, una realidad inefable.
¿Lo intentarás?
Viajar a un sitio tranquilo puede ser lo más recomendable para encontrar el silencio de forma más sosegada. Recuerda que puede ser útil para ayudar a tu cerebro y tu salud.
Otras opciones más asequibles podrían ser dar un tranquilo paseo en una zona que no esté muy transitada o practicar yoga. Te ayudará a entrar en contacto con tu cuerpo y puede ser adecuado para establecer pautas de relación física y mental.
¿Crees que el silencio ayuda a mejorar nuestra mente? ¿Puede ser útil para el cerebro? Quizá debas plantearte este tema para reducir aspectos negativos e importantes de tu vida a un nivel inferior, a un nivel en el que te des cuenta que todo tiene solución y puedas comprender la realidad de forma plena y consciente.
Crear una forma de reducir el ruido exterior requiere tiempo, esfuerzo y constancia. No es algo que se haga en varios días, y desde luego no todo el mundo puede crear un hábito para combatir este problema.
El resultado merece la pena. Yo llevo practicando métodos de relajación desde hace tiempo, y muchos días me ha costado. Cada uno tiene que saber interpretar su silencio más profundo y auténtico, pues ninguno de nosotros somos iguales. Responde esto: ¿estás dispuesto a mejorar tu calidad de vida?
Sería interesante que compartieses tu opinión acerca de este tema con los demás, que simplemente compartas este artículo con tus amigos o, mejor aún, ¡pongas en práctica lo aprendido hoy!
Vivo en una realidad que nos están imponiendo, y no me gusta. Ahora, juntado con mi pasión a la escritura, intento que las personas se replanten ciertas formas de vivir y den un paso más hacia la libertad verdadera.
Escribo en Ventura Sensitiva sobre desarrollo y crecimiento personal, entre otros temas como críticas sobre la sociedad actual o cuestiones relacionadas con la espiritualidad, filosofía, metafísica…
También escribo reflexiones en mi página de Facebook. ¡Te espero!