¿Cómo convivir amigablemente en la oficina?

Tu felicidad depende en gran parte de tu actitud. Sin embargo existen situaciones en las que el entorno dificulta mantener esta actitud positiva. Como bien dice Maria en su comentario “…cuando el ambiente que nos rodea está “contaminado” y reina el cotilleo y la queja, es bastante complicado”. Con la fuerza de voluntad no es suficiente, por lo tanto la solución requiere cambiar la estructura de la forma de trabajar para que puedas encontrar tu rincón de la felicidad en la adversidad de los colegas insatisfechos.

Dime con quién andas y te diré quién eres

Puedes escoger a tus amigos. Los colegas de trabajo te los presenta la vida. Por un lado puedes aprender a aguantar a los que te rodean. Por el otro también puedes estructurar tu entorno y tu trabajo para minimizar las influencias negativas de los colegas más tóxicos. Quizás no siempre será posible evitar las interacciones por completo, sobre todo porque la idea no es excluir a tus colegas para que te sientas mejor. En lugar de eso puedes cambiar ligeramente tus hábitos: hacer tu pausa de café media hora antes o media hora más tarde para relacionarte con otras personas.

Quizás siempre pases el tiempo con tus colegas del equipo. Ponte el reto de salir una vez a la semana a comer con personas de otros equipos. También puedes avisar a RRHH de que estás dispuesto a ir a comer los primeros días del mes con los nuevos del trabajo para que no se sientan tan inseguros. Conocerás a gente nueva y a lo mejor descubres personas que son más proactivas y menos quejicas.

Un refugio en medio de la oficina open space

Trabajar en un espacio abierto se ha convertido casi en la norma. Independientemente de si trabajas en una empresa, o si compartes mesas en un espacio de coworking, es probable que no estés solo. Este formato fomenta el intercambio entre colegas cuando la información intercambiada es relevante. La desventaja es que también escuchas involuntariamente las quejas de otras personas y recibes la energía negativa de la frustración ajena. La solución en estos casos es hacerte con unos buenos cascos para bloquear el ambiente. Si tienes que concentrarte, elige música con ritmo y sin letra. Yo suelo elegir música house en mezclas de 40-60 min (y gracias a un amigo DJ no tengo que agobiarme en buscar). Cada mezcla es una unidad de tiempo para mi . De esta forma no solo se suprime el ruido de los colegas estresados, sino que también me concentro mejor en lo que estoy haciendo.

El último recurso: gracias y adiós

Con esto no me refiero a que dejes tu trabajo, y sí a que transmitas a tus colegas tóxicos que no te sientes cómodo discutiendo los pormenores negativos del día a día. En la mayoría de los casos un simple “Gracias, no me interesa” es la mejor opción. Esto no te librará de las miradas atónitas de tus colegas, pero quizás no eres el único que no quiere seguir aguantando tantas quejas con falta de acción por parte de los que se quejan.

¿Qué otras ideas tienes para evitar el contagio de mal rollo de otras personas?