El cuerpo no funciona aisladamente, pero el atender a los síntomas aislados y saber prevenir su desgaste nos ayudará a mantenernos saludables, a pesar de los años.
La toma de conciencia y la información sobre como atender cada aspecto que integra nuestra salud, es fundamental. Vayamos por partes:
Cerebro: si bien el ritmo de las funciones de procesamiento cerebral declina con los años, hay estudios que determinan que el ejercicio tanto físico como mental, puede ayudar a retrasar la pérdida de ciertas habilidades cognitivas. El entorno y la alimentación también son factores que influyen en el mantenimiento de las estructuras cerebrales activas.
Vista y oído: así como al llegar a los 40 años, se vuelve más difícil ver bien de cerca, las personas mayores de 60 suelen sufrir trastornos como cataratas y glaucoma; por ello, es necesario hacerse exámenes médicos para descartarlos y para descartar también la presencia de degeneración de la mácula. La pérdida de la audición suele ocurrir en la vejez.
Corazón: si fumas, abandona el tabaco; si no lo haces, no empieces! Haz ejercicio y controla tu peso, a fin de evitar problemas arteriales y enfermedades coronarias.
Bienestar psicológico y social: a medida que envejecemos, es posible que nos aislemos de familiares y amigos y que ello, nos deprima. Por ello, es necesario tratar de mantener amistades y relaciones familiares a largo plazo para tener una vida social activa; La actividad física también nos ayuda a sentirnos mejor en todos los aspectos.
Dientes y encías: es esencial mantener la higiene dental; se recomienda asistir al dentista dos veces al año.
Pulmones: el ejercicio aeróbico practicado con regularidad, aumenta la capacidad pulmonar; recuerda que el cigarrillo puede causar enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y cáncer.
Digestión: con una dieta rica en granos integrales, verduras y frutas, se facilita la digestión y se reducen las probabilidades de sufrir de acidez, gastritis, estreñimiento y cáncer de colon; a partir de los 50 años, se recomienda hacerse alguna colonoscopia. Además, es aconsejable beber mucha agua para ayudar al sistema digestivo.
Sistema hormonal: es necesario estar al tanto de que en algún caso se producen desequilibrios hormonales que pueden afectar a distintos órganos, como el páncreas (que secreta insulina), la tiroides (tiroxina), los ovarios (estrógenos) y los testículos (testosterona).
Huesos y articulaciones: ciertas enfermedades, como la artritis reumatoide y la osteoartritis, producen inflamación e hinchazón en las articulaciones, mientras que la osteoporosis puede debilitar los huesos de las mujeres; además, a medida que envejecemos, se vuelven más comunes los esguinces, los dolores musculares y la tendinitis, para los que se aconseja lo siguiente: ejercicios de estiramiento, aplicaciones de calor en el área afectada, actividad física y suplementos de calcio.
Sistema urinario: a medida que se debilita la vejiga, es posible sufrir de incontinencia urinaria; además, entre los hombres mayores, suelen ser comunes los problemas de próstata; existen sustancias naturales, fármacos y, en ultima instancia, ciertas intervenciones quirúrgicas que pueden resultar útiles en estos casos.
Sistema reproductivo: las mujeres mayores pueden sufrir fibromas, quistes ováricos o cáncer uterino; tanto hombres como mujeres pueden sufrir de disfunción sexual. Consulta todas las opciones de tratamiento
Piel: protégete del sol y prevén la formación de melanoma u otros tipos de cáncer.
Traumatismos: a medida que envejecemos, se vuelven más comunes ciertos trastornos como esguinces, dolores musculares y tendinitis, que pueden aliviarse con ejercicios de estiramiento, aplicaciones de calor y ciertos tipos de intervención quirúrgica; es importante mantenerse activo.
¿Has tomado conciencia de tu "parte sensible"? ¿Qué opinas sobre comenzar a cuidar de ti ahora, para garantizar tu bienestar a largo plazo?
Fuente: MedlinePlus