Fray Luis de León en la Universidad de Salamanca
“Decíamos ayer...” tal como aquella frase que pronuncio Fray Luis de León, y que dijo a sus estudiantes tras permanecer algunos años en la cárcel. He estado por esas tierras unos días de vacaciones (Salamanca, León, Zamora y la Sierra de Francia). Pero hoy vuelvo a las clases, soy un afortunado por el trabajo que llevo a cabo, no me cabe ninguna duda. Además tengo trabajo, bien escaso hoy día en la España que vivimos. Me gusta la docencia y me gusta el contacto con los alumnos. Además, retomo el blog, después de casi dos semanas de inactividad. Vuelvo a pasar por la fase de si vale para algo escribir en el medio, si tiene repercusión lo que uno dice aquí. Pero sigo. No cabe duda que son tiempos difíciles para la libertad, para la discrepancia, para la propia democracia. Mandan aquellos que no votamos, los bancos, las multinacionales,... Todas las encuestan dan por sentado que el PSOE perderá gran parte de su poder municipal y regional y que luego vendrá el "tio del puro" a la toma de la Moncloa. Mientras, sigue en su sofá esperando cómo todo ocurre sin hacer nada, ya el Gobierno se encarga de facilitarle su paseillo. Zapatero parece empeñado en darnos por todos lados a los que queremos votarle, parece como si quisiera quemar las naves con él, inmolarse en un sálvase quien pueda con el tema de subirnos la edad de jubilación, reducirnos el sueldo, bajar las pensiones, abaratar los despidos, empeorar las condiciones laborales,... No entiendo realmente a este PSOE, donde no existe discrepancia, donde nadie dice lo que todo el mundo dice por los pasillos, por los bares. Hay un montón de "carguitos" que se limitan a cuidar de su culo sin importarle lo que se les viene encima. Militantes que utilizan el partido como mera ocupación laboral, sin ningún tipo de ideología. Y no entiendo cómo la corriente más izquierdista no se lanza a recuperar las señas de Pablo Iglesias o Julián Besteiros. ¿Qué queda del espíritu de rebeldía de Zapatero al principio de su primera legislatura? ¿Hay tiempo para rectificar? Quizás cuando llegue la derecha pura y dura, con etiqueta y denominación de origen, al menos tendremos claro quién es el enemigo y como decíamos ayer, la calle tendrá que retomar su pulso. Nos queda mucho 2011 por delante. Buenos días, buen lunes.