Los espejos son siempre una buena base sobre la cual ejercer nuestra creatividad. Se trata de objetos que suelen ser bastante aburridos en lo que respecta a su decoración y por ello el agregarles ornamentos es una actividad interesante y atractiva por sus resultados.
Se trata de una manualidad que nos traerá muchas satisfacciones, tanto por el hecho de crear y aplicar nuestra imaginación a un objeto cotidiano como también por los halagos que recibiremos cada vez que alguien se vea reflejado en ellos y su rostro se vea enmarcado con bonito motivo.
Materiales:
Espejo redondo
Vasitos de plástico desechables (con un borde)
Lentejuelas o pequeñas piezas de plástico
Cola blanca
Lo primero que debemos hacer es tomar el espejo redondo y trazar una línea de pegamento alrededor de todo el borde.
Una vez que todo el perímetro está embadurnado en pegamento debemos disponer los vasitos uno al lado del otro pegándolos por su base.
Cuando todos los vasos están pegados, podemos empezar a decorarlos. Usando un pincel podemos añadir pegamento a los bordes y luego colocar las lentejuelas, mostacillas y todo aquello que queramos utilizar para la decoración. Es una buena idea la de colocar aquello con lo que vamos a decorar de modo que conforme un patrón que de unión al borde del espejo y genere una especie de marco.
Una vez que hemos terminado de decorar, y el pegamento haya secado, podemos colgar nuestro espejo decorado y mirarnos allí disfrutando de lo bonita que nos ha quedado esta manualidad.
via