Ayer según iba conduciendo visualicé un gran arcoiris. Fue como un anuncio multicolor que presagiaba el cambio de estación. “La Primavera ha venido y nadie sabe como ha sido…”
Y tu, ¿como llevas los cambios?
Una buena manera de facilitar los cambios en nuestro camino es estar dispuesto a recibir lo nuevo. Y una idea para hacerlo es atreverse a deshacerse de todo aquello que resulta monótono, aburrido o inservible en nuestras vidas.
Seguir el flujo de las estaciones como de la vida es un acto natural.
Las cosas, como todo lo que vive, se transforman, vienen y se van.
Por ello, si en este momento estas reteniendo algo que se ha de ir de tu vida, ya sea por miedo, pena o cualquier otro motivo, de alguna manera estarás impidiendo que lo nuevo se manifieste.
Para comenzar a entrenar el hábito saludable de "dejar ir", te propongo un ejercicio:
Consiste en hacer una limpieza a fondo de esas cosas, ropa, utensilios antiguos que solo ocupan lugar y empequeñecen tu hogar. ¿Necesitas hacer espacio, sientes estrés cuando buscas cierta ropa o ni siquiera sabes lo que tienes? Este es el mejor momento. ¡Quizá puedas comenzar por el frigorífico!. ;-)
¿Has pensado en los trasteros, armarios del descansillo, cajones, etc.? suelen estar llenos de cosas que guardamos "por si acaso". Lo curioso es que normalmente cuando llega esa ocasión de usarlo o bien no nos acordamos de ello o ya no nos apetece usarlo.
Respecto a la ropa, una práctica que funciona es regalar todo lo que no te hayas puesto en un año. Por supuesto, todo lo que no te sirve a ti seguro servirá a otros. Si no puedes pensar en alguien a quien regalárselo en todas las ciudades hay centros, iglesias u organismos que se encargan de darle un uso a las cosas de segunda mano.
Ahora que te has ensayado a "dejar ir" con la casa, ¿por que área de tu mente, tus emociones o tu salud te gustaría continuar?