Cómo Dormir Bien Puede Prevenir Enfermedades Crónicas

Todos hemos pasado por días de dolores de cabeza, fatiga e irritabilidad después de una mala noche de sueño por alguna razón. Usualmente puedes compensarlo con una buena siesta o durmiendo mejor la noche siguiente. Pero cuando no dormir lo suficiente se vuelve la norma y no estas consiguiendo entre 7 y 9 horas de sueño de calidad cada noche, entonces es cuando el problema empieza a desarrollarse.

Relación entre la falta de sueño y las enfermedades

Las enfermedades crónicas físicas, emocionales y mentales empiezan a arraigarse debido a tus patrones de sueño no saludables. Una de las enfermedades ligada sorprendentemente a la falta de sueño es la obesidad. Investigaciones han mostrado que aquellas personas que habitualmente duermen 6 horas o menos, tienen en promedio un índice de masa corporal más alto que aquellas que duermen lo suficiente. La falta de sueño también está conectada con la falta de ejercicio, porque estás muy cansado para moverte y también con comer de más.

El sueño y las hormonas

La ciencia detrás de esto es que, durante el sueño, nuestros cuerpos secretan un número de hormonas asociadas con el control del apetito, metabolismo y conversión de la glucosa. Cuando nuestros cuerpos no reciben suficiente sueño, ocurre un desbalance de estas y otras hormonas.

Dos hormonas cruciales para suprimir y estimular el apetito, leptina y ghrelina respectivamente, son liberadas en muy poca o mucha cantidad, lo cual puede ser la razón para esas ansias por el dulce y refrigerios azucarados para satisfacer la necesidad de un incremento rápido de energía.

Pero la realidad es que este tipo de snacks sólo te dan un estímulo por varios minutos, luego rápidamente cae tu nivel de azúcar en la sangre y nuevamente quedas más desinflado y fatigado que antes.

La insulina y el cortisol

Otro ejemplo de una hormona afectada directamente por la falta de sueño es la insulina, que es la responsable por la forma en que la glucosa es transformada en energía y ganancia de peso. Cuando los niveles de insulina no se controlan como se debe, nuestros cuerpos procesas la glucosa más lentamente, resultando en un riesgo más alto de diabetes del tipo 2.

El cortisol (la hormona del estrés) es otra hormona que es liberada en exceso cuando sufres de un sueño pobre. Esto resulta en cambios de humor y ansiedad. Los niveles altos de estrés también resultan en una presión sanguínea y niveles de colesterol elevados, así como un riesgo elevado de inflamación.

Esto afecta directamente a tu sistema inmune, dejándote susceptible a toda clase de enfermedades, desde la clásica gripe a infecciones microbianas y males crónicos, tales como enfermedades cardiovasculares y derrames cerebrales.

La mente es afectada por no dormir bien

Más aún, los desórdenes mentales son provocados por un sueño sin calidad. La depresión, la ansiedad, el declive cognitivo, tal como la pérdida de memoria y la demencia, son todos síntomas de sueño insuficiente. Estudios han demostrado que quienes tienen menos de 6 horas de sueño reportaron una menor sociabilidad y confianza y mayores niveles de ira, desesperanza y desesperación. También ha sido reportado que tiene un efecto negativo en el juicio y el estado de alerta.

Recomendación para dormir mejor

Mientras que la mayoría de estos síntomas se pueden eliminar una vez que los patrones de sueño regresan a lo normal, el problema es el hecho de que mucha de la gente que sufre de trastornos de sueño no se lo reportan a sus doctores lo que ocasiona que pase desapercibido y sin tratamiento por más tiempo.

La buena noticia es que puedes cambiar las cosas para mejor aún que hayas sufrido de un sueño de baja calidad por años. Encárgate de crear un ambiente tranquilo que favorezca el sueño, al menos media hora antes de irte a la cama y conviértelo en un hábito nocturno. Pronto, empezarás a irte a dormir cuando estés cansado y podrás despertarte fresco y relajado sin la necesidad de una incesante alarma sonando por largo rato antes que finalmente seas capaz de levantarte. Mientras que puede tomarte varias semanas, valdrá la pena una vez que empieces a sentir los efectos positivos que una buena noche de sueño puede tener en tu salud.

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