Revista En Femenino
Hace años, cuando me estrené en Facebook, encontré una página que me gustó mucho. Era de una chica de Valencia, donde yo vivía en ese momento, y hacía verdaderas monerías para el pelo. Y láminas. Y colgantes. Y lazos. Y ahora bailarinas y muchas otras cosas. Y monta unos picnics preciosos. Ella es Lucía Be, y fue la primera bloguera a la que seguí en mi vida. Cuenta cosas de su día a día, de su pasado como estudiante, de su familia (¿por qué son todos tan guapos y tan rubios?), de sus paxaritos y sus campos, de los móviles que rompe o pierde....En su día a día te llega y te enternece.Por eso, cuando empecé esta sección, una de las personas que tenía que estar, porque supuso un cambio en mi vida 2.0, era ella. Y de nuevo, Lucía, mil gracias por charlar conmigo, queda pendiente un café 1.0....Y ELLA SOLITA SE PRESENTA Me llamo Lucía y soy una equilibrista con quince kilos de más. Embarazada de mi segundo paxarito, trato de mantener la calma viviendo perdida en el campo, con una marca que se llama como yo y con un marido al que vuelvo loco con mis historias cada día. CAMBIOS, CAMBIOS....Mi vida ha cambiado muchísimo a raíz de tener un blog. Cuando empecé la marca, necesitaba un espacio donde poder contar al mundo lo que hacía. No tenía presupuesto ni mucha idea de lo que iba a hacer, así que opté por un blog como escaparate y vía en la que contar mis historias. Desde un punto de vista profesional, gracias al blog he podido contar mi historia, he generado una marca y podría decir que Lucía Be es hoy lo que es gracias en gran parte al blog. Muchos de mis clientes vienen a mí porque se identifican conmigo, porque les gusta lo que escribo o los rollos que suelto... generar esa empatía o esa conversación me ha permitido consolidar mi marca, generar ventas y llegar a fin de mes. Poder vivir de lo que quiero, vamos. Ahora mismo en Internet hay muchísima información, así que hay que mantenerse vivo, gritar "estoy aquí!", llamar la atención para que la gente decida quedarse contigo y no con otros. El blog hace esto posible. Pero no sólo el blog, también las redes sociales. Yo noto muchísimo que cuando bajo la guardia, tengo menos pedidos, menos mails... pero cuando estoy dando la murga con milongas, historias y dibujos, la cosa se mueve. Yo trato siempre de buscar ese click con el que está al otro lado del ordenador, no quiero que me compre, sólo arrancarle una sonrisa, hacerle pasar un buen rato... si gracias a eso me compra algo, ya hago la ola. Por la parte personal, también mi vida ha cambiado mucho. Escribir me ha ayudado a conocerme mejor, a profundizar, a adquirir hábitos de constancia... he querido cerrar el blog muchas veces, sobre todo al principio, porque no encontraba el camino, así que supongo que también me ha ayudado a conocer mis límites e intentar superarlos. Y lo más importante: el blog me ha conectado con muchas personas. Es impresionante como une el vínculo de leerse. Después de algún tiempo, he podido conocer en persona a gente a la que seguía a través de sus blogs y era algo casi mágico, como si nos conociéramos de siempre... Al final, la gente de tu alrededor siempre piensa que andas algo mal de la cabeza. Tú tienes una especie de vida paralela con tus amigos virtuales, y luego aterrizas a tu otra vida, con otros temas de conversación y otras historias. Por eso, cuando cruzas vida real y vida 2.0 es un subidón tremendo. La gente me escribe y me cuenta historias preciosas, o simplemente me dice "hola, quería saludarte porque he visto hoy en instagram que se te había escacharrado el móvil y quería mandarte ánimos". ¡Es impresionante! Hace nada fui a la boda de una chica que me compró un tocado hace dos años. Seguimos escribiéndonos, leyéndonos... y nos hemos hecho muy amigas. Es de esas cosas mágicas que tiene internet.NEGATIVO.....Todo tiene su cara B, y el tema de las redes sociales por supuesto que lo tiene. Por una parte, el enganche que supone. Estamos demasiado conectados, demasiado expuestos, y a veces no disfrutamos de una cena porque estamos obcecados en hacer la foto mona para colgarla en instagram. Parece que si no lo cuentas, no existe. También me preocupa el tema de que a veces se trata de una realidad filtreada, todo el mundo enseña la parte bonita en las redes sociales, ya no quedan fotos de perfil feas en facebook, parece que vivimos una vida Pinterest y eso puede generar cierta ansiedad o frustración. También las redes sociales nos han traído mucho aborregamiento, ahora que todo se comparte es mucho más fácil copiar y cuesta mucho encontrar cosas verdaderamente auténticas. En fin, el tema da para mucho, creo que hay que desmitificar las cosas, reírnos más de nosotros e intentar cruzar los dos mundos: el virtual y el físico, para poner las cosas en sus sitio. Y la desconexión cada cierto tiempo viene muy bien.¿QUÉ PASARÍA SI TE DIJESE QUE NO PUEDES USAR MÁS LAS REDES?Imposible, mi trabajo depende de ellas. No me imagino sin ellas, me daría un telele, me tendrían que llevar a un rehab. ¿Soy una adicta?....