Con estas temperaturas, y lo que nos queda, no es de extrañar que el helado sea el postre o tentempié preferido para refrescar nuestro cuerpo. Sabores clásicos como el helado de nata, vainilla o chocolate triunfan en nuestro paladar, solo nombrarlos se nos hace la boca agua, pero si queremos sorprendernos a nosotros mismos o a nuestros invitados, el helado de vino tinto puede ser el broche perfecto para una comida diferente.
La elaboración del helado de vino tinto es sencilla y podemos adaptar la receta de acuerdo con los platos que vayamos a degustar previamente para lograr una mayor armonía, el truco está en aderezar el helado con algunas especias para buscar el sabor deseado. Por supuesto, el ingrediente clave en el helado de vino tinto es precisamente el vino por ello es importante hacer una buena elección, tratándose de un postre lo recomendable es apostar por vinos jóvenes con toques frutales.
Ingredientes
- 1 Botella de vino tinto joven.
- 250 ml. Leche.
- 300 ml. Nata.
- 150 gr. Azúcar.
- 4 Yemas de huevo.
- 1 Rama de canela.
- Ralladura de naranja o especias según el gusto.
Elaboración del helado de vino tinto
El primer paso para comenzar a elaborar este delicioso postre es reducir el vino, una técnica que consiste en lograr un caldo más espeso, con un sabor más intenso y eliminando el alcohol, gracias a la evaporación. Para ello, vertemos la botella de vino tinto joven en un cazo junto con la rama de canela y la ralladura de naranja o el ingrediente que hayamos elegido.
Dejamos cocer esta mezcla durante 45 minutos a fuego medio hasta que el líquido se reduzca a una tercera parte (125 ml. aprox.). Durante la cocción hay que remover ocasionalmente con una cuchara para que el vino incorpore los matices de las especias. Una vez retirado del fuego, podemos colar el vino reducido para eliminar cualquier sedimento de la especia utilizada. Por último, cambiamos a un nuevo recipiente y dejamos enfriar en el frigorífico o a temperatura ambiente.
A continuación, mezclamos la leche y la nata, y ponemos a calentar la mezcla en un cazo a fuego medio. Mientras toma temperatura, batimos en un bol grande las yemas con el azúcar hasta que monten. Justo cuando la nata y la leche empiece a hervir, vertemos la mezcla en el bol con las yemas y el azúcar y batimos. Posteriormente, devolvemos toda la mezcla al fuego y sin llegar a hervir, seguimos removiendo bien hasta lograr una combinación más espesa y homogénea. Por último, cambiamos a un nuevo recipiente y dejamos enfriar en el frigorífico o a temperatura ambiente.
En el siguiente paso mezclamos el vino reducido con la crema y guardamos en el congelador. Para evitar que la mezcla se endurezca excesivamente y lograr un postre más cremoso debemos retirar el helado de vino tinto del congelador cada 45 minutos y remover suavemente. Repetiremos esta operación durante al menos 3 o 4 veces hasta alcanzar la densidad deseada y devolvemos el helado al congelador.
Por último, solo queda brindar y disfrutar del helado, para ello lo retiraremos del congelador unos 15 minutos antes de servirlo. Con esta sencilla receta sorprenderás a los amantes del vino y conquistarás a los que aún no lo sean. Esta receta es la base para preparar el helado de vino tinto pero con un poco de creatividad puedes darle un toque personal y adaptar la receta a tus gusto.
La fotografía de esta entrada pertenece a Sharon Mollerus.