El afecto y la chispa que enciende el primer intercambio de idiomas que se produce entre el bebé y su madre es algo estupendo y maravilloso. Se lleva a cabo a diario en situaciones cotidianas y en el cuidado de la alimentación y la higiene del bebé que necesita para su desarrollo. Cuando interactuamos con nuestro bebé, nos damos cuenta de que a medida que maduran, se vuelven cada vez seres más sociales y que se comunican mucho antes de que llegen a dominar las complejas reglas del idioma. Ellos son capaces de empatizar con los adultos.
La comunicación madre-hijo: como enseñar a hablar a su bebé
“El Bebé que habla con su mamá”
Este vínculo entre la madre y el niño juega un papel clave en el desarrollo cognitivo infantil y es esencial para establecer las primeras bases de la comunicación preverbal. Esta primera comunicación inicial se establece a través del intercambio emocional íntimo que tiene lugar durante las situaciones iniciales de atención biológica y garantizan el desarrollo socio-emocional de los pequeños. En cualquier comunicación por lo menos dos personas interactúan, pero en este caso, una es un bebé.
Para ayudar a su niño a desarrollar su lenguaje es necesario:
- ¿Quiere comunicarse con su bebé?: hay que estar cara a cara con él para demostrar que estamos interesados en todo lo que dice o hace.
- Interpretar sus acciones como si estuviera tratando de comunicar algo: debe tratar de adivinar lo que el bebé nos está diciendo, aunque al principio no estamos seguros de haber acertado.
- Encontrar el tiempo o la situación adecuada para mantener este diálogo: será más fácil si colaboramos con el bebé y lo hacemos cuando esté descansado y activo. Disfrute de las situaciones cotidianas , pequeños rituales familiares y, sobre todo, jugar.
- Escuchar e imitar cualquier producción vocal del bebé. Así estamos animándole a hacer o decirlo de nuevo.
- Jugar en la promoción del desarrollo de la comunicación: actividades lúdicas son un recurso ideal para el desarrollo del lenguaje de su bebé. El juego es una actividad placentera en la que los niños van a descubrir el mundo, las cualidades de los objetos (blandos, duros, fríos, calientes …) y las normas que rigen su pequeño universo. Jugando también se busca el repetir una y otra vez, mostramos todos los niveles y estamos a favor de la comprensión de la situación. Los juegos que más conectan a los niños pequeños con los adultos son cuco, cosquilleo, caballos o niñeras(Mira éste artículo al respecto). Más tarde comienzan con los juguetes que les ofrecen, pero todo nos puede ayudar a jugar con él un pedazo de papel que se rompe, una manta que oculta su vista, el agua del grifo…etc.. El espacio cotidiano que a los adultos no nos guarda sorpresas, se convierte en “un paraíso a explorar” por los bebés.
- Despertar su interés: comenzando desde el principio con su atención y participación depende de ti, de ti y de tu habilidad como compañera de juego. Para mantener el interés y la confianza de que el bebé es importante darle tiempo de responder y a que pueden desplegar sus habilidades en el juego.
- Jugar por turnos, “pero el bebé no sabe hablar” , sus intervenciones se caracterizan por un gesto, una mirada o una sonrisa. Las comunicaciones, para que se produzcan han de ser de “ida y vuelta”, primero un discurso y el otro escucha, entonces las acciones se invierten, hay que esperar las acciones del bebé para hacerle saber que nos importa lo que desea compartir y le responderemos más tarde.