Revista Psicología

¿Cómo es la atención de problemáticas psicológicas en la infancia? La timidez

Por Yanquiel Barrios @her_barrios
¿Cómo es la atención de problemáticas psicológicas en la infancia? La timidez

Con frecuencia los maestros no se sienten preparados para atender a las diferencias individuales de sus alumnos, relacionadas, ya no tanto con el rendimiento docente, sino con las características y rasgos de sus personalidades en formación. Si a esto se le agrega que en las aulas de la enseñanza general se encuentran niños con problemáticas psicológicas de naturaleza diversa; pensemos en los hiperactivos, los tímidos, los que presentan baja tolerancia a la frustración o aquellos a los que se les dificulta mucho la asimilación de normas sociales, por solo citar unos pocos ejemplos, podrá comprenderse entonces, que en este sentido, es verdadera la necesidad de apoyo a la labor del maestro.

También los padres pueden requerir de esta orientación para el manejo de ciertas características de sus hijos.

Veamos brevemente algunas de ellas, en qué consisten y de modo general cómo pueden ser atendidas por la familia y los maestros del modo más conveniente.

Los niños tímidos son reconocidos fácilmente como aquellos a los que se les dificulta establecer relaciones sociales, suelen ser callados y poco participativos en la dinámica del aula. A estos pequeños les gusta e interesa el contacto con otros niños, solo que por decirlo de un modo común, les cuesta trabajo romper el hielo.

Los maestros deben respetar esta característica. Darles el tiempo necesario para que estos niños se sientan cómodos, no presionarlos y no colocarlos en situaciones grupales que los puedan hacer sentirse mal. Si la atmósfera que rodea al escolar con rasgos de timidez, le trasmite confianza y seguridad, le resultará menos trabajoso relacionarse y participar en las actividades docentes.

Los padres también deben respetar esta característica de su hijo o hija. No deben forzarlos u obligarlos a exponerse en público; lejos de ayudar este procedimiento les hace más daño. Hay que ayudarlos a sentirse seguros y enseñarlos a tomar decisiones. También, y este es un aspecto significativo, se les debe dar entrenamiento a la capacidad de expresar sus necesidades y estados emocionales. Aprender a decir lo que sienten, lo que les preocupa, lo que les molesta...no inhibirse para solicitar ayuda o manifestar un deseo. Estos son los aspectos que de no encontrarse en buen nivel de desarrollo impiden el bienestar emocional de un menor con rasgos de timidez. Por eso debe brindárseles todo el apoyo necesario en este sentido.

No debe confundirse la timidez como rasgo, con algún tipo de introversión no habitual en el niño. Un niño no se torna tímido de un día para otro, si ocurre así se trata de otro problema, probablemente una señal de que algo no anda bien con él. En otros casos, una aparente timidez puede confundirse con un verdadero rechazo al contacto social; nos referimos a escolares que por voluntad propia no gustan de la relación con sus coetáneos y prefieren las actividades en solitario. En cualquiera de estos dos ejemplos, será necesario que los padres acudan de inmediato a un especialista; si es la maestra quien lo detecta debe alertar a la familia.

Maestros
    Respetar esta característica o rasgo.
    No presionar al niño tímido ni colocarlo en situaciones grupales que lo pueda hacer sentirse mal.
    Rodearlos de una atmósfera de seguridad y confianza que estimule la socialización.
    Alertar a la familia en caso de detectar que un niño rechaza el contacto ó si comienza bruscamente a presentar dificultades para entablar relaciones sociales.
Padres
    Noforzarlos u obligarlos a exponerse en público.
    Ayudarlos a sentirse seguros, enseñarlos a tomar decisiones.
    Entrenarlos en la expresión de sus necesidades y estados emocionales.
    Brindarles apoyo y afecto.

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