
Con la anestesia epidural se alivia el dolor que normalmente sufre la mujer en el curso del parto pero la parturienta puede participar y colaborar activamente en el acontecimiento. De hecho, el parto se desarrolla prácticamente con toda normalidad: lo único que resulta modificado es la percepción del dolor por parte de la mujer.
La anestesia epidural también se emplea, además de en el parto por vía vaginal, en la cesárea. En este caso, contribuye a que la mujer pueda ser testigo del nacimiento de su hijo. ¿Cuál es la ventaja de la anestesia epidural? La principal ventaja de la anestesia epidural es que permite una colaboración activa y una participación plena de la madre durante el parto. Además, no altera de forma notoria ninguna función del organismo.
Otra ventaja de esta técnica con respecto a la anestesia general es que el riesgo de que los medicamentos empleados pasen a la circulación fetal es muy limitado.
La anestesia epidural puede ser beneficiosa tanto para la madre como para el feto, ya que disminuye la hiperventilación y la acidosis metabólica, aumentando así la oxigenación fetal y disminuyendo el consumo de oxígeno. Además, recuse la secreción de hormonas secretadas en situaciones de estrés, lo que es bueno para la circulación placentaria y la actividad uterina.
¿Existen complicaciones
con la anestesia epidural?
Un
problema que puede plantear esta anestesia es la inhibición de los pujos Los
pujos tienen un papel fundamental en la expulsión del feto y son muy
importantes para que la mujer pueda colaborar en el nacimiento del bebé.
Además de una eventual alergia al anestésico empleado, complicación posible con todos los tipos de anestesia, hay que tener en cuenta los riesgos de seguridad de los anestésicos locales-regionales. Se ha demostrado que con la anestesia epidural se puede producir una absorción muy rápida del anestésico en la circulación materna, con el riesgo de que atravieses la placenta y alcance la feto. Sin embargo, es muy difícil determinar si, en caso de que ocurriera, tendría efectos clínicos reales en el feto, dada la escasa cantidad de anestésico que se emplea.
También puede presentarse complicaciones cardíacas, hipotensión y una reducción del flujo sanguíneo en el útero, la placenta y el feto.
