Cuando pensé éste articulo lo iba a llamar “Cómo escribir un libro mientras estamos de viaje” pero, después de analizar el título me di cuenta que no tengo la más prostituta idea de cómo hacerlo. Me lancé a ésta aventura de escribir un libro sin paracaídas, sin seguro de viaje. Sin asistir nunca a un Taller Literario, ni hacer algún curso de literaturas, ni nada que se le parezca. Eso sí, tengo la conciencia orgullosa de haber leído desde muy niño todo lo que se me cruzaba por el camino; libros, revistas, diarios, folletos, pasquines (pegados en la puerta de mi casa como en La Mala Hora). Más tarde, páginas webs y Blogs. Además tengo en mi archivo personal varios escritos para periódicos y revistas en donde trabajé, y algunos cuentos, poemas y ensayos que nunca vieron la luz. Ah!, y éste Blog.
Lo que les voy a contar para satisfacer a sus ojos inquietos es cómo escribí mi primer libro, La Soledad del Alma, mi primer libro, mientras me encontraba viajando por Nueva Zelanda.
Datos técnicos
La Soledad del Alma es un libro que contendrá 14 cuentos cortos. Será publicado en formato electrónico (.pdf, .epub, .mobi) en los próximos meses. Es el primer libro que escribo en mi vida y tengo todas las emociones encontradas y un cosquilleo en la panza que me acompaña desde hace un tiempo. Doce de estos 14 cuentos los escribí completamente en Nueva Zelanda entre junio de 2013 y marzo de 2014. Un cuento, de los dos restantes, lo escribí en el año 2009 y fue sirvió como base de una muestra de fin de año para el Taller de Teatro que dirige mi amigo personal Daniel “el turco” Posik en Chivilcoy. El otro relato que queda yo digo que tiene doble nacionalidad, porque lo empecé a escribir en Argentina en un BlackBerry y lo terminé en Nueva Zelanda en el mismo BlackBerry.
Despertar de un niño dormido
Estábamos en Fiji. Nos habíamos tomado 21 días de vacaciones de nuestras vacaciones de Nueva Zelanda. Fue un viaje de puro relax y placer. Playas paradisiacas, mar cristalino y una fauna marina impresionante nos acompañó durante la estadía en esta isla. Una noche, mientras me tomaba una copa de vino recostado en una reposera, en la oscuridad de la noche, y contemplaba las estrellas con el sonido relajante del mar de fondo, me vinieron unas ganas terribles de escribir. Tenía una idea dándome vueltas en la cabeza y tenía que plasmarla en algún lado. Fui a mi dormitorio, saqué un cuadernito y una lapicera y empecé a escribir. Lo que salió esa noche fue el primer capítulo de un relato que al día de hoy sigue pendiente de finalización. Pero algo se había despertado dentro de mí. Lo sentía en todo mi cuerpo y mi mente. Era un nuevo renacer. Ya no sería el mismo desde entonces.
Cuando volvimos a tierras kiwis me puse a buscar en internet como escribir relatos. Mientras buceaba en la web, me topé con el blog Literautas.com. En él, Iria López Teijeiro, su creadora, nos brinda Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias. A su vez, tiene un Taller de Escritura Creativa Online, completamente abierto, gratuito y voluntario, donde todos los meses propone un disparador para desarrollar una historia en 750 palabras. Sin perder más tiempo me apunté a “Montame una escena”, así lo llama Iria, y durante meses fui enviando mis cuentitos a Literautas para que otras personas me hagan una devolución critica de los mismos. También fui haciendo los ejercicios de escritura del blog. De esta manera me encontré en octubre de 2013 con varios cuentos en mi haber. Alguno de ellos, me animé y los envié a diferentes concursos literarios.La Soledad del Alma
Durante el mes de octubre ocurrieron dos hechos que me hicieron decidir escribir un libro. El primero fue que recibí un mail de una editorial de Argentina, donde me avisaban que un cuento mío había sido seleccionado finalista para aparecer en una Antología que se publicaría a mediados de noviembre. Esta noticia en principio me emocionó, pero al tomar contacto con dicha editorial me di cuenta que todo era una gran mentira, un gran negocio… para ellos. Resulta que, para que mi cuento aparezca en la Antología, yo debía comprar 6 libros y además tenía que ir a retirarlos a Mendoza o pagar para que me los envíen. Ni lerdos ni perezosos estos buitres.
El segundo hecho que terminó de convencerme de hacer el libro fue a raíz de un cuento que escribí y que me hizo emocionar. No voy a decir cuál es el cuento. Dejo el suspenso hasta que se publique La Soledad del Alma, pero este relato me movió la estantería, como decimos en mi país. Sentí una mezcla de orgullos, felicidad y alegría.
Entonces, con la decisión de publicar un libro le fui dando forma a la idea. Establecí la extensión del mismo. Quería que tuviera o 150 páginas o 14 cuentos. Que la fecha límite de escritura sería el 1 de marzo de 2014. Y también convoque a mis editores estrella, Laura Federico y Franco Ricciuti, para que hagan las correcciones de los relatos.Ya no tenía escusas. Ahora me tenía que poner a trabajar en el libro. Escribí y escribí como un loco durante esos meses y leí otro tanto. También me fui acercando a las técnicas de escrituras. La Soledad del Alma era un sueño que se iba convirtiendo en realidad.
¡No, eso no! ¡Por favor, cualquiera menos ese!
El primero de marzo puse el punto final al último cuento. Tenía en mi poder 17 relatos que había elegido. Eran los cuentos que más me convencían. Reuní al equipo y les informé que su primera tarea sería desechar tres cuentos para que pudiera tener los 14 que yo quería. Durante todo el mes de marzo trabajamos sobre esto. Me costó mucho descartar esos tres relatos porque eran como mis pequeños hijos. No se las hice fácil a mis editores. Pelié con uñas y dientes, pero al final tuve que ceder. Con buenos e irrefutables argumentos, me convencieron de que eran las tres historias más flojas que tenía. Con mucha angustia los guardé en una carpeta en mi computadora que llamé “Los Marginados”. Prometo en los próximos meses publicarlos como entradas de este blog para que por lo menos se sientan felices de ver la luz, sean leídos y no morir en una olvidada carpeta para siempre
Con los tapones de punta
La siguiente etapa, que es la que estamos viviendo en estos momentos, consiste en la corrección y edición de los cuentos. Arrancamos con Laura y Franco a mediados de abril. Debo reconocer que es una fase dura y mentalmente agotadora. Ponernos a operar cuento por cuento, párrafo por párrafo, oración por oración, palabra por palabra es bastante cansador, pero necesario. Los chicos están ásperos y no me dejan pasar ni una coma, pero así los quiero. Me está gustando mucho como va quedando el libro y agradezco el trabajo sobrehumano que están haciendo para convertir mis trabalenguas en historias que se puedan leer.
Al ser una etapa difícil, no estamos tomando nuestro tiempo porque queremos que quede bien y presentable. A esto le sumamos que Franco está en Argentina y nosotros en Nueva Zelanda, con 15 horas de diferencias, y con nuestras otras responsabilidades a cuesta. Mediante Skype le dedicamos unas tres horas por semana a seccionar cada relato. Cada uno lo trabaja por separado durante la semana, y los fines de semana hacemos una video-reunión, donde intentamos que La Soledad del Alma se convierta en un libro.
En el camino
Al ritmo que llevamos tenemos para un par de meses más con las correcciones. Una vez que terminemos esta etapa pasaremos a la siguiente que consiste en ver y analizar los Títulos de los cuentos y el orden de cada relato en el libro. Una vez que hagamos esto, que calculo que nos llevará una sola reunión, voy a enviar el libro casi terminado a varios Beta-Lectores para que me hagan una crítica. Sería como un avant premier de las películas, con la diferencia que pueden haber algunos pequeños cambios luego de la misma. Ya sea por elección personal o porque se anotaron en la lista que presenté hace unos meses, las personas encargadas de leer La Soledad del Alma primero que nadie ya están elegidas.Para terminar digo que la fecha de publicación, si todo continúa con lo planeado, será entre septiembre y octubre de este año.
Y bueno… eso fue un breve y resumido relato de Cómo escribí La Soledad del Alma mientras estamos de viaje.
Nos leemos en la próxima.