…o cómo reflejar lo que olemos.
No te quepa duda de que muchas veces una persona te cae mal o bien y no sabes por qué, la respuesta está en que el olor que percibes de esa persona te es agradable o desagradable, y esto no lo puedes razonar.
Según numerosas investigaciones hay un gran paralelismo entre el procesamiento de las sensaciones olfativas y la creación de las emociones. Esto sí que es fundamental en nuestros escritos porque casi siempre las emociones de nuestros personajes tienen que ver con la respuesta emocional que les demos. La respuesta por la acción puede ser primaria-involuntaria o la respuesta elaborada y dirigida por nosotros mismos con la inteligencia y nuestra decisión.
Los olores inclinan a hacer acciones recurrentes por su poder en nuestro interior, incluso a veces son el camino de adicciones, porque la persona tiende a recuperar aquello que le llenó de gozo o le satisfizo de forma especial alguna vez.
Los olores que más nos marcan son los percibidos en la infancia porque es cuando se forma nuestra personalidad.
Y por último no olvidar que cuando los olores asoman a nuestros escritos es porque tienen que ver con la intimidad del personaje y la expresan.
Actividad propuesta:
- Si muchos de los olores que motivan acciones en nuestra vida no los percibimos conscientemente. Escribe tres situaciones distintas en que se refleje esto.
- Escribe, sin pensarlo mucho, un listado de adicciones movidas por olores de la infancia.