El uso y abuso de los ordenadores portátiles puede llevarnos a sufrir dolor de espalda, de cuello, jaquecas y hormigueo en los dedos.
El uso de los portátiles obliga a forzar la postura, debido a su diseño y, a la larga, pueden ocasionar problemas.
Cuando se trabaja con un ordenador el cuerpo debe formar un ángulo de 90 grados, con los hombros, la cadera y las rodillas. La cabeza debe estar erguida y los ojos deben mirar de frente para ver la pantalla. Sin embargo, los portátiles, no permiten esta posición, ya que al apoyarlos sobre las piernas obligan a mirar hacia abajo y forzar el cuello.
Para evitar dolores musculares y de cabeza y problemas en las muñecas -que también son frecuentes-, es recomendable conectar el ordenador a un monitor externo o a un teclado, que permita estar más recto al usuario. Además, se aconseja saber cuánto pesa un ordenador portátil -con los accesorios como las baterías y los cables, incluidos- antes de comprarlo.
Otras medidas para que la espalda no sufra las consecuencias de losportátiles son utilizar una silla con respaldo, utilizar el portátil en una mesa, hacer pequeños descansos cada 20 minutos para estirar los músculos y relajar la vista y beber líquidos, para mantener el cuerpo hidratado.