Cómo evitar la contaminación del agua: causas, consecuencias y posibles soluciones

Hoy vamos a hablar de un tema que nos debería preocupar a todos, ya que somos agua y todas las formas de vida que habitan en la tierra dependemos del agua, tanto dulce como salada.

En la actualidad la contaminación del agua es una preocupación tan importante como la contaminación atmosférica o la contaminación por el envenenamiento de la tierra.

Antes de ver algunas ideas para contrarrestar este enorme problema, veamos las causas y consecuencias de la contaminación del agua.

Causas de la contaminación del agua: ¿qué la origina?

La contaminación del agua se da de diferentes maneras, pero tal y como sucede con la deforestación, la mayoría de las causas son provocadas por el ser humano. Las cifras estiman que el 80 %, mientras que el otro 20 % podría estar relacionada también aunque de manera indirecta por la acción de las personas.

A grandes rasgos, existen dos tipos de contaminaciones. Por un lado la llamada contaminación física, o sea todos los residuos que llegan hasta los ríos y mares ya sea por accidentes, de forma intencionada o por accionar negligente, o también a través de las cañerías urbanas hasta los ríos y de estos en muchas ocasiones también a los mares.

El mayor contaminante en este sentido es el plástico, que además de los objetos de gran volumen como botellas, pajitas o colillas, también tenemos los microplásticos, muchos de los cuales llegan a las aguas a través de las lavadoras y la ropa sintética o los cosméticos que contienen plásticos microscópicos.

Alrededor de 8 millones de toneladas de plásticos de diversos tipos y fuentes acaban en los océanos cada año, causando la muerte de 100.000 animales mamíferos, 1 millón de aves, y decenas de miles de peces, crustáceos y reptiles, entre otros.

Por otro lado, la llamada contaminación química. En este sentido, aunque los hogares pueden generar contaminación química (y de hecho lo generan) los mayores desastres vienen de la industria, como por ejemplo los vertidos de la industria textil, los derrames de petróleo, y a una escala rural se encuentran los pesticidas agroquímicos que llegan hasta los ríos o aguas subterráneas a través de la tierra.

Existen otras formas de contaminación que si bien podrían ser consideradas naturales, como la pérdida de oxígeno del agua por el calentamiento global, o la aparición de sedimentos arrastrados desde los bosques debido a que las barreras naturales (los bosques) están siendo sistemáticamente deforestados. En todo caso, estas causas “naturales” como es evidente, no son naturales en absoluto sino más bien daños colaterales de las acciones del ser humano.

Consecuencias de la contaminación del agua

Las consecuencias de la contaminación del agua son un tanto explícitas. Entre ellas, claramente, la extinción de las especies marinas y la pérdida de la biodiversidad en ríos y océanos.

Esto tiene además un problema añadido que repercute en el ser humano, y es que el oxígeno también proviene del mar: más de la mitad del oxígeno que hay en el planeta se produce en el mar por medio de la fotosíntesis desencadenada por el fitoplancton.

Por otro lado, la interdependencia de las especies acuáticas y la cadena trófica se ven alteradas por la contaminación, ya que los microplásticos y metales pesados como el mercurio acaban en el organismo de los animales.

La escasez de agua potable en al menos 3 de cada 10 personas en el mundo viven sin acceso a agua potable debido a la falta de la misma y la contaminación. esta situación, en la que más de 2.000 millones de personas carecen de acceso a un agua limpia, con las consecuentes enfermedades y problemas derivados de ello, podría aumentar en las próximas décadas debido al aumento en apariencia imparable de la contaminación.

Algunas ideas para evitar la contaminación del agua

Veamos brevemente una serie de ideas, algunas muy obvias y otras no tanto, para contribuir a evitar la contaminación del agua:

Ahorrar agua. Aunque parezca muy absurdo no lo es. Gastamos, al menos en conjunto como humanidad, mucha más agua de la que necesitamos. Esto se evidencia de manera un tanto obscena en los países ricos.

Por eso es importante, como ya hablamos hace un tiempo en un artículo sobre cómo cuidar el agua, de que hay muchas maneras como cambiar los grifos por monomandos, reutilizar las  aguas grises para la cisterna, hacer menos bañeras y en su lugar duchas, etcétera.

Limpiar sin químicos. Hay muchas maneras de limpiar sin productos químicos. En Ecocosas siempre intentamos dar tips para limpieza sin contaminantes, como por ejemplo todos los productos de higiene personal o limpieza del hogar con bicarbonato de sodio, vinagre de manzana, limón, ajo y más. Además, todos los años actualizamos nuestra guía de limpieza ecológica, que la puedes consultar para más ideas.

Muchos de los productos químicos, o quizás todos, que utilizamos en la limpieza acabarán en los desagües y de ahí a los ríos, mares o aguas subterráneas. Es un tipo de contaminación que podemos evitar o reducir al mínimo.

Menos basura. Generar menos residuos es una manera de evitar que acaben en el agua. No sólo porque pueden “volar” desde la papelera hasta el río, sino porque mucho de lo que generamos en el día a día se podría evitar haciendo un cambio de chip: ¿necesitamos realmente esa cañita para tomar un zumo? ¿Los globos de cumpleaños, no se podrían reemplazar por guirnaldas de papel que podemos volver a usar al año siguiente? ¿Por qué un vaso desechable para el café?

Lo mismo sucede con lo que consumimos en el hogar. Gracias al auge del zero waste, cada vez es más fácil encontrar productos a granel, que no es más que una vuelta a cuando las cosas funcionaban así, antes de ser creados los paquetes, por lo demás cada vez más pequeños y caros, para la venta en grandes superficies y distribución masiva.

Mucha de la basura que generamos acaba en vertederos, y a su vez pasarán de ahí a los ríos y al mar. Mientras menos residuos generemos, menos estaremos contaminando las aguas.

Jardín, huerto o terreno. Los terrenos de nuestras casas suelen estar conectados con aguas subterráneas, así que cualquier contaminante, pesticida, herbicida o limpiador que volquemos en la tierra puede acabar directamente en éstas.

Debemos evitar todo tipo de químicos tóxicos en los jardines y huertos. Hay muchas alternativas, tanto de fertilizantes como de plaguicidas, con ingredientes respetuosos con el medio ambiente.

Basura química. Además de los residuos de la industria, en los hogares muchas veces generamos residuos con pinturas, limpiadores de piscinas, aceites de vehículos (coches y motos). 

Hay que evitarlos lo máximo posible, por ejemplo las piscinas no deben ser siempre limpiadas químicamente, como queda claro con el ejemplo de las biopiscinas, pero en caso de no ser así este tipo de residuos (como pinturas viejas, aceites, etcétera) deberían ser llevados a un punto de tratamiento y no a la basura, y mucho menos ser vertidos en el desagüe.

Las pilas y batería también son un serio problema, y también en este caso deberían ser llevados a un punto de recogida donde sean tratadas como es debido. Las pilas, cada vez más, es posible evitarlas con formas recargables.

Por ejemplo, una pila de mercurio puede llegar a contaminar hasta 600 mil litros de agua y una alcalina hasta 167 mil litros de agua. Por tanto, seamos muy responsables con este tipo de residuos.

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