Revista Ciencia

¿Cómo evitar que mi cachorro sea “mordelón”?

Por José Díaz Del Olmo

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Por José Díaz del Olmo, médico veterinario de la Clínica Veterinaria Díaz del Olmo.

Hay muchos motivos psicológicos que hacen que nuestros perros muerdan cosas de su entorno; como la ansiedad, el aburrimiento, el dolor de encías o la hiperactividad.

Si tenemos un cachorro con tres meses de nacido, podemos comprender su comportamiento como algo normal, ya que lo hace porque le duelen las encías por la dentición. Para que no se acostumbre a morder nuestras, cosas es recomendable comprarle juguetes para que pueda morder, huesos, pelotas, etc.

Antes de darles cualquier objeto, fíjate que no sea tóxico ni perjudicial para su salud y que tenga un tamaño adecuado para que no se atore. Los juguetes que emiten un chillido suelen ser los preferidos por los prritos, pero su sonido puede resultar molesto.

Por nada del mundo, hay que darle zapatos viejos o cosas nuestras, ya que nuestro perro no diferenciará un zapato viejo de uno nuevo. Si elegimos los huesos naturales para que nuestro perro se desahogue, debemos tener en cuenta que no sean de pollo, porque se astillan. Los huesos de jamón son los más recomendables siempre que tengan un tamaño adecuado para sus hocicos.

Si a pesar de sus juguetes nuestro perro prefiere los objetos de nuestra casa, es necesario tenerlos vigilados a toda hora para poder reprenderle en el instante que intente morder algo. Si encontramos a nuestro perro mordiendo, por ejemplo la pata de un sofá, hay que ponernos firmes y contundentes. Un fuerte “NO”, le dirá que lo que hace no está bien, seguidamente lo apartaremos de ese lugar y le daremos su juguete para que lo muerda. Esto debe ser suficiente para que nuestro perro no vuelva a morderlo, pero hay que ser constantes, la mayoría no lo aprenderán a la primera.

Nunca debemos aplicar castigos físicos, ni la violencia. Los periódicos enrollados no son un buen método de aprendizaje.

Normalmente, nos encontramos que nuestro perro ha mordido muchas cosas cuando nosotros no estábamos en casa, si vemos que ha mordido algo pero no lo hemos pillado infraganti, es inútil y absurdo regañarle o castigarlo por ello. A pesar de los desastres que pueden llegar a causar, los muebles carísimos que pueden romper o los valiosísimos objetos que pueden destrozar, no debemos perder los nervios, los castigos físicos lo único que consiguen es convertir a nuestro amigo en un animal asustadizo.

Lo mjor para que nuestros cachorros no muerdan todo cuando no estamos, es dejarlos en una habitación vacía o con cosas que no pueda morder y destrozar, este es el mejor método. Ojo, antes de encerrar a nuestros amigos, es preferible que les demos un gran paseo o que haga algo de ejercicio, para que tomen nuestra ausencia como un descanso y no como un castigo.

Cuando nosotros estemos en casa, debemos dejarlo que juegue y examine todos los rincones, pero siempre bajo nuestra supervisión, un descuido puede ser el momento perfecto para que un perro rompa todo lo que haya a su alcance. Debemos anticiparnos y cuando simplemente este oliendo la pata de la mesa o un zapato, avisarle con un fuerte NO que eso no lo puede hacer.

En el caso de que nuestro perro tenga más de un año, el comportamiento de morder todo lo que haya a la vista es un problema. Podemos achacar esta conducta a la falta de ejercicio, al aburrimiento y a la ansiedad. Si dejamos a nuestro perro demasiado tiempo sólo es muy posible que debido al aburrimiento, empiece a morder todo lo que tenga a su alcance. Cuando un perro está aburrido es capaz de todo. En este caso, lo único que podemos hacer es ejercitarlo antes de dejarlo varias horas sólo.

Un paseo de cinco minutos para que haga sus necesidades no es suficiente para gastar la energía sobrante de un perro. Si queremos evitar que emplee esa energía destrozando nuestra casa, debemos cansarlo y pasear media hora mínimo antes de irnos. Cambiar la rutina de un perro no es fácil, requiere mucho tiempo y dedicación, pero no es imposible. Para estos casos, aunque nuestro perro sea adulto, podemos dejarle juguetes o huesos para que se entretenga.

Si nuestro perro, a pesar de dar largos y agotadores paseos, sigue destrozándonos la casa debemos considerar la opción de que sufra ansiedad o algún otro problema más grave. Los perros de avanzada edad pueden sufrir un trastorno llamado Síndrome de Disfunción Cognitiva, es una enfermedad similar al Alzheimer en los humanos. Esta enfermedad afecta entre otras muchas cosas a la capacidad de aprendizaje del perro y a su memoria. Para tratar estas enfermedades es recomendable acudir al veterinario de confianza.

 


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