Revista Psicología

Cómo explicar a tu hijo la muerte

Por Centro Psiconet

Ante la muerte de un familiar, de un amigo, de una mascota, etc. Se generan muchas dudas sobre cómo actuar, especialmente con los más pequeños. Precisamente por ser niños, hay que tener cuidado para que la noticia les llegue en función de lo que puedan soportar en función de su desarrollo cognitivo.

Tratar de ocultarlo, de mentirles o suavizar la noticia es lo que puede llevar a duelos mal gestionados. Por ello, lo mejor es explicárselo de manera gradual y clara.

Conceptos importantes para entender mejor la muerte

  1. La muerte es universal. Es algo que nos va a pasar a todos.
  2. Es irreversible. No hay vuelta atrás, una vez que nos morimos, no volvemos más. Hay que saber que es permanente y no temporal como algunos niños pueden pensar.
  3. Tener en cuenta que todas las funciones vitales terminan cuando morimos. El cuerpo ya no funciona, no pasa hambre, no tiene dolor… Por ejemplo, pueden llegar a pensar que al enterrar a una persona, la persona va a sentir dolor o que se va a ahogar, y hay que explicarles que una vez fallecidos ya no sienten nada.
  4. Toda muerte tiene un porqué. Cuando explicamos el porqué es más fácil de entender. Por ejemplo, en vez de decir que ha muerto mientras dormía, podemos decir el porqué murió durmiendo. No ser morbosos, pese a que muchos niños hacen preguntas muy comprometidas.

Dependiendo de la edad del niño, la forma de entender la muerte varía. Por ello, en la siguiente tabla se explican las diferentes reacciones que pueden mostrar atendiendo a su desarrollo:

0-2 años En esta edad no hay comprensión cognitiva de lo que ocurre. Pero si perciben la ausencia de la persona y los cambios en las rutinas de su entorno. Son muy sensibles a los estados de ánimo de los de alrededor. Puede haber más rabietas, conductas de búsqueda, regresiones…

3-6 años No entienden que todos morimos, y mucho menos que ellos o su familia morirán. Creen que es un hecho reversible, pues prima el pensamiento mágico propio de la edad. Lo preguntan todo, siendo a veces muy morbosos. Existen más posibilidades de pesadillas, irritabilidad, quejas y lloros. A los 6 años ya pueden empezar a preguntar por los rituales posteriores al fallecimiento, pero no es lo más común.

7 años Entienden que más gente muere, pero ellos no. Además, también pueden comprender que es irreversible, que no van a volver. A esta edad ya es más común preguntar por esos rituales e incluso alguno empieza a querer participar en ellos.

8 años Empiezan a entender que ellos también pueden morir. Pueden participar en los ritos de despedida, no obstante, es conveniente explicarles que se van a encontrar para que vayan preparados.

9-10 años A esta edad, suele aumentar el miedo a perder familiares. Son muy curiosos y buscan saber todos los detalles. Muy preocupados por su protección, pues se sienten más vulnerables. Puede haber pensamientos de culpa.

10-11 años Ya lo entienden todo y son conscientes del impacto de la muerte. Pueden aparecer sentimientos como irritabilidad, confusión… También pueden aparecer problemas académicos, asumir roles más maduros que no les corresponden, etc.

12 años Empieza la adolescencia, y por ello es una etapa muy crítica. Tienen pensamiento abstracto lo que les permite pensar de manera más amplia y hacer explicaciones o preguntas más reflexionadas. Pueden cuestionarse muchas creencias.

Cid, E. (2011). Explícame qué ha pasado. Guía para ayudar a los adultos a hablar de la muerte y el duelo con los niños. Madrid: Fundación Mario Losantos del Campo.


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