Cómo explicar el divorcio a los niños

Se acabó. Lo habéis intentado todo y no hay manera. Incluso intentasteis vivir en el hogar familiar juntos aún estando “separados”, y no hay forma de poder sostener una convivencia pacífica. Ha llegado la hora de divorciarse, de que cada uno se vaya por su lado. Vuestra mayor preocupación: cómo explicar el divorcio a los niños.

Dependiendo de cómo se desarrolle la separación, esto puede causar un dolor difícil de superar para los hijos. Por este motivo, hay que evitar meter a los niños dentro del conflicto. Es importante que los padres sepan diferenciar entre el papel de padre y el de pareja.

Para hablar del tema con los hijos se debe comentar la situación con claridad. Explicarles sin rodeos que papá y mamá a partir de ahora no van a vivir juntos y que lo harán en casas diferentes.

Si aún son muy pequeñitos, igual no saben lo que es un divorcio. Cuéntales en qué consiste, siempre con cuidado de no culpabilizar a nadie. Les tiene que quedar muy claro que ellos no tienen nada de culpa en esta situación, que no tienen nada que ver, y que la responsabilidad es de papá y mamá por igual.

Después de esto asegura a tus hijos que en ningún momento se les va a dejar de querer y que aunque uno de los dos no viva con ellos, os podréis ver siempre que queráis.

No es recomendable que cambies la rutina de tus hijos, los amigos, el colegio, los horarios… Ya están pasando por suficientes cambios y esto sólo alteraría más sus estados anímicos.

Tenéis que dejarles bien claro que el divorcio es una situación definitiva, que no hay marcha atrás. Si no les parecerá que es algo transitorio y que en algún momento volveréis a estar todos juntos.

Siempre se tiene que facilitar la relación con el otro progenitor, siendo flexible en el horario de las visitas y cediendo en fechas señaladas. Y también debéis de mantener las opiniones positivas que el niño tenga de ambos padres. Así contribuiréis a que mantengan sus referentes emocionales.

Después de todas estas explicaciones puede que a tus hijos les asalten algunas dudas y comiencen a cuestionarlo todo. Calma, respira hondo e intenta contestar a todos sus interrogantes de la manera más sencilla posible. Y no olvidéis que para ellos sois únicos, irreemplazables y os necesitan.

Foto: GerryT

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