En inglés hay una palabra para aquellas personas que siempre ven únicamente lo negativo. Son “naysayers”. Esta palabra se podría traducir (más o menos) como personas tipo “no-creo-ni-quiero-que-lo-vas-a-conseguir-y-aunque-oficialmente-nunca-diría-que-no-te-apoyo-entrelineas-te-lo-dejo-muy-claro”. Puede ser tu padre que preferiría que tuvieras una vida más normal, tu pareja que preferiría que tuvieras más tiempo para el o ella, tus amigos de la infancia que preferirían seguir hablando de los mismos temas de siempre… y por ser personas tan cercanas es más difícil gestionar estas críticas.
Razones por las que alguien no te quiere apoyar
Existen diferentes razones por las que tu entorno quizás no quiera apoyarte en tu nuevo proyecto, tus nuevos hábitos o tus intentos de cambiar de vida. Es fácil ignorar las críticas de las personas que no te importan. Gestionar las críticas de personas cercanas es una tarea mucho más complicada. Para aclarar el panorama, un buen ejercicio es averiguar la motivación de la falta de apoyo.
Diferencias de valores
Tus padres quizás valoran mucho la estabilidad y la seguridad que trae un empleo fijo mientras a ti te importa la independencia que te proporciona una actividad por libre. Tu compañera de piso valora mucho la creatividad y la variedad a la hora de definir sus horarios, mientras tú prefieres la continuidad de una rutina matutina. Ninguna de las opciones es mejor o peor que la otra. La diferencia es que cada uno asigna un valor diferente a las decisiones que toma en el día a día.
Miedo al cambio
Si tu dejas de fumar, tu pareja se puede sentir coaccionada hacer lo mismo. Si propones mejoras en el sistema de gestión de tu entorno de trabajo, tus compañeros se pueden sentir amenazados en su autonomía o sus rutinas. Si tu proyecto o tu nuevo hábito tienen un impacto directo (real o imaginario, inmediato o futuro) sobre las personas que te rodean, casi siempre encontrarás resistencia. Es como un reflejo que todavía arrastramos desde los tiempos en los que los cambios amenazaban la supervivencia de la tribu.
Eres la media de las cinco personas que te rodean
Dicen que eres la media de las cinco personas con las que pasas más tiempo. Esa afirmación funciona en ambos sentidos. Así cómo las personas más cercanas te influyen a ti, tú también influyes a ellos. Por eso cualquier cambio que tu introduces también tendrá una repercusión sobre los que te rodean. Si tú consigues levantarte cada día algo más temprano para meditar, ellos ya no tienen excusa. Si tú empiezas a estudiar una segunda carrera, ya no tendrás tiempo de quedar para ver series. Son estas matices que complican tanto tus intentos de desarrollo personal, ya sea a nivel de crear hábitos sanos como a nivel de perseguir proyectos más importantes.
Resultados para los escépticos, sueños para los entusiastas
La vida es cambio, y el mejor cambio es aquel que tú has iniciado. Si sabes que en tu entorno hay personas que no te apoyan, puedes tomarlo en cuenta a la hora de diseñar tu plan de acción.
Búscate personas que ya han hecho este cambio para que te puedan apoyar en tus intentos, compartir sus experiencias y animarte a seguir. A todos los demás, no les informes de tus intenciones. Sí, dicen que anunciar una menta en público te ayuda a cumplirla. Sin embargo esta premisa solo es verdad si este “público” no te desanima constantemente. Búscate una tribu que te apoya, un mentor que te asesora o una aplicación que te recuerde de lo que quieres conseguir.
Eso no significa que no aceptes críticas de mejora pero sí que te protejas de las críticas constantes (aunque bien-intencionadas) de personas que no necesariamente velan por tus intenciones. A estas personas las convencerás viviendo el cambio en vez de discutir si es mejor levantarse temprano o no, dejar de fumar o no, cambiar de trabajo o no. Estas energías están mejor empleadas en la planificación de lo que quieres conseguir.
¿Cómo gestionas las críticas bien-intencionadas? ¿Qué es lo que más te cuesta?