Revista Comunicación
Cómo Grace and Frankie nos ha demostrado que hay que llenar las series de señoras
Publicado el 28 diciembre 2017 por Dro @DrolopeNecesitamos mujeres mayores al frente de las series. Las NECESITAMOS. Y no hablo de la abuela, madre o vecina del protagonista (que curiosamente suele ser un hombre) y que dice un par de frases estereotipadas por capítulo y se marcha. Hablo de ser protagonistas, de contar su historia. Porque las mujeres de setenta años necesitan representación y las mujeres de menos de setenta años necesitamos saber que nuestra vida no acaba cuando dejamos de ser atractivas, que cuando envejezcamos seguiremos siendo personas. Grace and Frankie hace algo que probablemente no se hiciera desde Las Chicas de Oro, que es mostrar a las mujeres mayores como seres humanos. O simplemente: mostrar a las mujeres mayores.
Esta maravillosa serie de media hora por capítulo y trece capítulos por temporada protagonizada por las diosas Jane Fonda y Lily Tomlin ha conquistado mi corazón. Y ya no solo porque sean dos mujeres de más de setenta años a cargo de una serie, lo cual es todo un logro para el feminismo en sí, sino porque me han sorprendido a mí misma lo que podía llegar a empatizar con ellas (siendo que me consideraba ya una fan de las señoras antes de empezarla). Grace y Frankie son divertidas, dramáticas, inteligentes, soñadoras, sensibles, fuertes, pero sobre todo imperfectas. Y creo que esto es lo que más me gusta, que no se idealiza a nadie en ningún momento. Son sobre todo complejas, personas.
La premisa de la serie ya es complicada de por sí: dos hombres casados confiesan a sus mujeres que son gays y que han estado engañándolas durante veinte años con el que pensaban que simplemente era su mejor amigo (otro gran logro de Grace and Frankie, personajes LGTB con más de setenta años). Estas dos señoras se sienten terriblemente doloridas y solo pueden comprenderse mutuamente. La dificultad se incrementa teniendo en cuenta que Grace y Frankie son personas completamente contrarias: Grace, la empresaria, la elegante, la perfeccionista, la dramática; y Frankie la hippy, la libre, la tolerante, la excéntrica. Cada una con sus rarezas, sus enfados, sus puntos débiles. ¿Cómo podrían estas dos personas convivir? ¿Y más importante, como podrían llegar a quererse?
Pero la serie no va solo sobre su relación (la cual es preciosa y evoluciona cada capítulo hasta convertirse en algo tan especial pocas veces visto en la televisión), también va sobre sus sentimientos hacia sus maridos. ¿Cómo podrán llegar a perdonarles después de veinte años de mentiras? Y de verdad que es comprensible que se sientan disgustadas, pero también es comprensible que a sus maridos les diera miedo salir del armario con esa edad delante de sus mujeres y sus hijos, podían perderlo todo, y si lo acaban haciendo, es porque se quieren y quieren vivir su vida sin tener que fingir más.
Y es que a los setenta años la vida continúa, es una lección que no deja de darnos esta serie. Nunca es tarde para cumplir tus sueños. En el caso de sus maridos y en el caso de las propias Grace y Frankie. De la noche a la mañana pueden desmoronarse todos los planes que tenían para su futuro, y entonces inventan un futuro nuevo. Tendrán que redescubrirse a ellas mismas y averiguar qué tipo de vida quieren llevar. ¿Os imagináis lo difícil que tiene que ser empezar de cero a esa edad? Y es difícil para ellas pero poco a poco lo consiguen y descubren que nunca antes se habían sido tan felices.
Grace and Frankie es una serie compleja, llena de emociones y de risas y de amistad y de amor y de fuerza que nos demostrará que las mujeres mayores pueden ser divertidas y abiertas de mente e incluso personas. Seamos honestas, ¿cuántas series habíais visto antes que hablaran con total libertad del placer sexual de mujeres de setenta años? ¿O por lo menos de sus sentimientos y relaciones amorosas?
¡Viva la sororidad! ¡Vivan las señoras! ¡Vivan Grace y Frankie!
Victoria (@_TheEastWind)